Tras casi un año de negociaciones, Doña Coca fue adquirida por IBF Negocios. Con esta operación —que implicó al 80% del paquete accionario de la empresa de chacinados— el grupo inversor ingresó al sector de alimentos. Esta fue la segunda operación que se conoció en el rubro porcino en la última semana tras la venta de la Constancia al grupo empresarial español Vall Companys y capitales uruguayos.
El director de IBF Negocios, Hugo Benedetti, contó a Café & Negocios que la empresa comenzó a mirar el sector de alimentación hace años, y en el último tiempo se interesó, particularmente, por el área de productos porcinos. Entonces los referentes comenzaron a investigar el mercado, y al momento de concretar la adquisición se definieron por Doña Coca. La elección se dio por la relevancia que adquirió la empresa en el último lustro; específicamente por su fuerte participación en el mercado.
Doña Coca —hasta el miércoles pasado, cuando se firmó el acuerdo entre las partes— era una empresa familiar que había comenzado sus operaciones en 1998, dijo el gerente general de la empresa, Gonzalo Scavino. Desde entonces, el negocio de la marca se caracterizó por tener un crecimiento constante en un mercado competitivo. Tanto es así que en pocos años, Doña Coca logró posicionarse como líder del mercado en kilos vendidos: 650 toneladas de productos por mes. Además, es líder en venta de jamones, salames y panceta.
En este momento empresarial, por diferentes motivos, el socio fundador de Doña Coca, Germán Troche, se mostró abierto a escuchar propuestas de adquisición y una de ellas fue de IBF Negocios. "En cuestión de un año, se llegó a un acuerdo", dijo Scavino.
Según informó El País, el valor de la transacción no fue revelado aunque ambas partes sostienen que fue una de las operaciones más importantes del rubro. Por un lado, Scavino señaló que fue la mayor venta del sector. Por otro lado, Benedetti dijo que fue la compra más grande que ha hecho la empresa.
Benedetti explicó que la operación sigue la estrategia del grupo inversor, que se basa en adquirir empresas en crecimiento.
Consultado sobre los planes para Doña Coca, sostuvo que es fundamental mantener la estrategia actual con la que la empresa se ha posicionado en un lugar de privilegio.
"IBF Negocios llega para sumarse a una organización exitosa, y la estrategia central es la continuidad", dijo Benedetti. En este sentido, destacó que Germán Troche continúa siendo socio (minoritario) del negocio y se mantiene todo el personal de la empresa.
"Estamos muy esperanzados por generar esta sinergia, que es fundamental en este tipo de estructuras", afirmó Scavino.
Según Benedetti, el principal aporte del grupo inversor en esta nueva etapa será potenciar nuevos canales de venta. Un ejemplo es mejorar el posicionamiento de Doña Coca en el supermercadismo. También piensa en incorporar —de forma complementaria—, nuevas líneas de productos. "Las posibilidades de mejora futura van a venir por proyectos de ese estilo, respetando las claves del éxito de Doña Coca", concluyó el director de IBF Negocios.
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