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Iglesia expulsó a dos sacerdotes de su ministerio por conducta sexual

Otros dos presbíteros fueron suspendidos; se recibieron 44 denuncias en 2016
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17 de noviembre de 2016 a las 05:00

En 2016 la Iglesia Católica recibió 44 denuncias por abuso sexual contra sacerdotes, tres de las cuales resultaron con el curso de la investigación ser atentados al celibato, pero no casos de abusos.

Las 44 denuncias corresponden a 40 denunciados y abarcan un período de 70 años. Dentro de los 40 denunciados, hay un sacerdote que tiene tres acusaciones en su contra por abuso sexual a menores y uno que tiene dos.

Estos datos surgen de la investigación que llevó adelante la Iglesia Católica durante este año, a partir de las denuncias recibidas en la línea telefónica (095 382 465) que habilitó en abril. Ese mes la Conferencia Episcopal también publicó el documento "Perdón y Compromiso", donde los obispos expresaron su dolor y vergüenza ante los abusos cometidos por sacerdotes.

A partir de esas investigaciones, las autoridades eclesiásticas separaron de su ministerio sacerdotal a cuatro presbíteros. De ellos, dos fueron responsables de abusos sexuales a menores y dos cometieron atentados contra el celibato. A su vez, en tres de esos casos, el denunciado confesó el delito o falta.

Los datos fueron presentados ayer en conferencia de prensa por el cardenal arzobispo de Montevideo, Daniel Sturla, el presidente de la Conferencia Episcopal y obispo de Mercedes, Carlos Collazi, y el secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal, Milton Tróccoli.

La separación del ministerio sacerdotal implica que ya no podrán ejercer el sacerdocio. En este sentido, Sturla señaló que dos de ellos fueron expulsados definitivamente y los otros dos todavía esperan la definición sobre el carácter de su separación, que puede ser definitiva o temporal.

En tanto, fuentes eclesiásticas dijeron a El Observador que ninguno de los dos sacerdotes expulsados viven en Uruguay, ya que desde hace tiempo residen en otros países, concretamente Italia y Argentina.

Además de estos cuatro casos, entre los 40 denunciados hay 20 sacerdotes que murieron, nueve que todavía están siendo investigados y siete que fueron encontrados inocentes. A su vez, Sturla señaló que 20 casos involucran a sacerdotes miembros de congregaciones religiosas y los otros 24 pertenecen al clero secular.

Del mismo modo, indicó que 18 denuncias corresponden a hechos ocurridos hace más de 40 años, 16 refieren a casos que tienen entre 20 y 40 años y cinco ocurrieron entre 10 y 20 años atrás. Los otros cinco se refieren a inconductas con mayores de edad y corresponden a los últimos 10 años. En este sentido, el cardenal afirmó que desde hace cinco meses la Iglesia no recibe denuncias.

Justicia y vergüenza

El cardenal informó también que ninguno de estos casos fue derivado a la Justicia. Explicó que por más que el protocolo de la iglesia establece que en caso de abusos a menores, las autoridades eclesiásticas tienen que derivar directamente la denuncia a la Justicia, ninguna de ellas cumplía con esta condición, ya que como los hechos ocurrieron hace por lo menos más de 10 años, las víctimas son ahora mayores de edad.

Ante esto indicó que las autoridades que atendieron las causas recomendaron a las familias presentar la denuncia en el juzgado, pero ninguna de ellas quiso seguir el trámite. "Las personas no querían iniciar una investigación, sino solo ser escuchados por la iglesia y recibir una palabra de comprensión y consuelo". En otros casos, los hechos eran tan lejanos que el delito ya había prescrito según el código uruguayo.

Sturla manifestó que estos hechos causan a la iglesia "profundo dolor y vergüenza".

"Aunque la denuncia hubiera sido solamente una, el dolor es muy grande", afirmó. En este sentido, llamó a reflexionar las razones por las cuales se dan estos episodios. "Es un drama humano y hay que sanar las heridas" para que no vuelva a pasar. Consultado sobre si esos hechos llevan a la iglesia a cuestionarse la pertinencia del celibato, el cardenal respondió que no, porque el abuso sexual no es algo que esté "unidos al celibato". "Está unido a una problemática humana de las personas que las realizan", agregó. En tanto, Collazi señaló que además de vergüenza y dolor, estos hechos generan en las autoridades eclesiásticas "un fuerte compromiso de búsqueda de la verdad".

Violencia

Los obispos también expresaron su preocupación por la creciente violencia que se viven en la sociedad. "Nos preocupa como se ha instalado la violencia en el corazón humano, y en los diversos ámbitos de la sociedad, como la familia, el trabajo y el deporte", dijo Collazi. Indicó que a su entender esto se debe a la falta de sentido de la vida.


Jornada penitencial por víctimas

Sturla informó que, alentados por el pedido del papa Francisco a todas las conferencias episcopales del mundo a realizar un jornada penitencial para pedir perdón por las víctimas del abuso sexual contra menores en la iglesia, la Iglesia uruguaya realizará esa jornada el 1° de marzo de 2017. Además, adelantó que dentro del departamento de Educación Católica se creó una comisión para la prevención de abusos sexuales a menores.


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