El Indio Walter Olivera ganó siete veces el Uruguayo con Peñarol y fue el capitán del equipo ganador de la Copa Libertadores y también de la Intercontinental de 1982. Eran otros tiempos en los que los futbolistas tenían sentido de pertenencia con el club. Por algo estuvo 15 años hasta que un día el presidente Washington Cataldi le dijo que se fuera a hacer una pequeña diferencia y allí emigró a Atlético Mineiro de Brasil.
En diálogo con Referí, el exzaguero admitió que le dolió mucho la derrota del martes y del presente del club.
"Hace un largo tiempo ya que Peñarol está complicado. En este caso, se le lesionaron figuras importantes como (Walter) Gargano. El tema es que los futbolistas llegan cada seis meses y se van por un futuro mejor en lo económico. Nunca hay un equipo armado", explicó Olivera.
Y agregó: "La cabeza del jugador en general no piensa en quedarse en el país. Saben que es un paso de unos meses por el club. Cachila Arias era fundamental y Peñarol lo dejó ir. A lo mejor, se podía haber hecho un esfuerzo para que se quedara. Él mostró conducción de equipo, era un buen jugador. Se tendría que haber quedado".
A su vez, fue crítico con la forma de manejarse en los pases de hoy. "Cuando Peñarol trae a un jugador, tendría que ser por necesidad, no porque te ofrezcan cinco y elegís a uno a dedo. Yo no estoy ahí dentro del club, pero pienso que esa es una de las cosas que han pasado en estos últimos años".
"No es fácil jugar en Peñarol. Hay que ganar partidos y campeonatos. En los últimos tiempos, se llegó en 2011 a la final de la Libertadores y nada más. Se necesita estabilidad dentro del plantel. Armarlo de una vez no se puede por una cuestión económica. Tienen que pensar: 'Con el dinero que tengo, voy a ir a buscar al mejor en el puesto que necesito' y también darle un poco más de vida a los juveniles", añadió.
"La sensación que me quedó después de la derrota con Paranaense fue de lástima por Peñarol, por los muchachos y por mí que me siento parte. Me ponía en lugar de los jugadores y en la cabeza del técnico. Ellos tienen algo de culpa, pero no toda. Me pegó fuerte y me dolió mucho ese resultado. Me imagino que el técnico estará diciendo '¿Dónde me metí?'. Pero si no cambia, vendrá otro entrenador. El Peñarol de estos tiempos se acostumbró a ganar solo acá y a veces, porque no gana todos los años porque es muy parejo. A la gente le pido que tenga tranquilidad y que dejen trabajar para salir de este momento. Que los dirigentes trabajen muy juntos, pero mucho y que no haya discrepancias", indicó Olivera.
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