Los precios al consumidor en Estados Unidos subieron más a lo esperado en enero y una medición de la inflación subyacente anotó su mayor avance en un año, lo que fortalece las expectativas de que la Reserva Federal eleve las tasas de interés a un ritmo más veloz.
Esto ya tuvo su impacto en los mercados y se estima que Wall Street volverá a registrar una ola de ventas masiva como la pasada semana. Los futuros del S&P 500 se desplomaron en cuestión de segundos desde los 2.675, hasta los 2.627 puntos, y marcan un descenso superior al 1%. Lo mismo ocurría con los futuros del
Dow Jones -que agrupa a los 30 mayores jugadores del mercado de EEUU- que bajaban fuerte.
El Departamento del Trabajo informó este miércoles que su Índice de Precios al Consumidor (IPC) subió un 0,5% el mes pasado debido a que las familias pagaron más por gasolina,
alquileres de viviendas y atención de salud. El incremento interanual se mantuvo estable en 2,1%.
Excluyendo los volátiles componentes de
alimentos y energía, el IPC se aceleró un 0,3% mensual y se mantuvo sin cambios con una lectura de 1,8% interanual. Economistas consultados en un sondeo de Reuters proyectaban que el IPC subiría un 0,3% en enero.