El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) resolvió inhabilitar a la empresa exportadora Camelia Sociedad Agraria como sanción definitiva por haber pretendido sacar del país 4,5 toneladas de droga en contenedor, en diciembre de 2019.
Así lo indica la resolución de este 1° de agosto a la que accedió El Observador. El texto expone que "la empresa pretendió sacar del país 4.417,7 kilogramos de estupefacientes, atentando gravemente contra la salud pública, seguridad pública y confianza con el comercio exterior"; así, "corresponde aplicarle la máxima sanción de inhabilitación".
El 26 y el 27 de diciembre de 2019 fue cuando en la apertura de cuatro contenedores en el puerto de Montevideo, se constató un cargamento –en dos de ellos–de un total de 4.003 ladrillos de cocaína. La droga no llegó a salir del país.
La empresa tuvo los contenedores vacíos en sus instalaciones, y fueron cargados con la mercadería (soja) y también con droga. Fueron precintados allí, previo a su salida hacia el puerto de Montevideo, indica el escrito. La empresa no hizo descargos
"En consecuencia y en atención a la gravedad de los hechos constatados y, en virtud de que los exportadores son responsables de las operaciones aduaneras que se tramiten en su nombre, corresponde la inhabilitación definitiva", añade.
Luis Gastón Murialdo Garrone es empresario sojero, colono y propietario de la firma Camelia Sociedad Agraria, la única empresa uruguaya que exportó soja a Togo en 2019, el mismo destino africano que tenían los dos contenedores en los que se encontraron 4.418 kilos de cocaína en estado puro en el puerto de Montevideo.
El director Nacional de Aduanas, Jaime Borgiani, dijo en una conferencia de prensa que el precio estimado de la droga ascendía a US$ 1.000 millones en Europa.
Los contenedores partieron de Las Camelias, un establecimiento rural de su propiedad en Soriano. El empresario trabajaba en el campo junto a su hijo de 19 años, imputado por el mismo delito.
En el predio ubicado sobre la ruta 21 se encontró una tonelada más de cocaína, lo que convirtió a esta operación en la mayor incautación de droga de la historia en Uruguay.
Murialdo fraccionaba su predio en tres "campos chicos" y vivía en uno de 40 hectáreas. Su tarea principal era asociarse con otros dueños de campos para plantar soja, y también trabajaba bajo la modalidad de arriendo.
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