La inspiración y la creatividad van de la mano. No es exclusiva de algunos iluminados, y todos podemos desarrollarla y activarla. Lo cierto es que está muy relacionada con la apertura al aprendizaje y por sobre todo con una mente en calma.
La inspiración y la creatividad van de la mano. No es exclusiva de algunos iluminados, y todos podemos desarrollarla y activarla. Lo cierto es que está muy relacionada con la apertura al aprendizaje y por sobre todo con una mente en calma.
Identificá esos momentos especiales donde te sentís bien contigo. Esos momentos en que fluís y cuando no estás pensando en algo concreto. Son diferentes para unos y otros, pueden ser caminando, nadando, corriendo, bañándonos, cantando, bailando, mirando el cielo, una puesta de sol o simplemente haciendo nada.
Tantas cosas pueden ser inspiradoras como se te ocurran, el punto es que descubras la tuya. ¿Qué te hace sentir tan bien y con tu mente tan en calma, que pareciera que el tiempo se detiene? Tu mente en calma, crea y te da mensajes.
Registrá esos mensajes, sea cuales sean. No los pases por el filtro de la razón. Anotalos y actuá rápido. Esos momentos son tan ráfaga que si no los registramos, pueden perderse.
A esa idea, sumale muchas más y conectalas. Soñá y hasta divagá. Hacé una lluvia de ideas tan grande como puedas y conectá unas con otras. Aquello que te parezca desconectado y hasta absurdo, consideralo también.
Agradecé. Los estudios revelan que las personas que agradecen son más inspiradas.
También lo son quienes califican con inteligencia emocional más elevada, así que invertí tiempo en tu autoconocimiento en lograr buenas interrelaciones, en ser más asertivo, en autorregularte.
Que tus pensamientos sean positivos y también lo sean las creencias tanto propias como de tu entorno.
Enfocáte en objetivos, la inspiración llegá más a aquellas personas que saben lo que quieren, y avanzan en sus objetivos.
Meditá, respirá, rezá. Ese espacio donde tus pensamientos se detienen, prepara tu cerebro para la inspiración. Los estudios concluyen que las personas más espirituales son más inspiradas.
Buscá y activá tu propósito. Las personas inspiradas refieren enfocarse en su propósito.
Asegurate que tu descanso sea reparador.
Ejercitate diariamente para que tu cerebro y todo tu cuerpo esté en forma.
La estrategia creativa de Walt Disney es una buena forma de crear y de favorecer la inspiración.
Se trata de desarrollar tres roles: soñador, crítico y realista.
El soñador genera ideas, desarrolla una lluvia de ideas tan grande como sea posible, donde todas son válidas, ninguna se descarta. Luego el crítico, analiza todas y cada una y lo hace en detalle.
El realista, avanza en cómo hacer realidad cada una de esas ideas. Cada posición es pura y una vez que se agota, se pasa a la otra tantas veces como sea necesario.
Crear y estar inspirados no solo es valioso sino que es una ventaja competitiva. En el momento actual, una necesidad. Estamos todos invitados a evaluarnos y movernos en aquellos aspectos donde tenemos oportunidades de desarrollo. No solo para inspirar, también para lograr más bienestar. Y nuevamente ser activos y aportar en nuestro entorno y nuestra sociedad.