Investigan la muerte de un policía colombiano involucrado en un escándalo de espionaje ilegal

El escándalo del polígrafo y las escuchas ilegales a las que fue sometida Marelbys Meza –quien fue niñera del hijo de Laura Sarabia, exjefe de gabinete de Gustavo Petro– tomó un giro inesperado con el hallazgo en Bogotá del cuerpo sin vida del teniente coronel de la Policía Óscar Darío Dávila Torres, quien trabajaba en la Presidencia y era investigado por presunta responsabilidad en dicho caso.

El cuerpo fue hallado en una camioneta en la localidad de Teusaquillo, a la altura del barrio Palermo de Bogotá y el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía trabajaba en el examen tanto del vehículo como de la zona en la que ocurrieron los hechos.

El policía estaba siendo investigado en un escándalo de escuchas ilegales que derivó en la salida del gobierno de Laura Sarabia, mano derecha del presidente Petro, y del entonces embajador en Venezuela, Armando Benedetti.

Según fuentes vinculadas a la investigación del caso de las escuchas ilegales, el coronel Dávila era uno de los hombres de confianza del coronel Carlos Feria Buitrago, jefe de Casa Militar de la Presidencia, vinculado con la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), ubicada a pocos metros de la casa de Gobierno, donde funciona una dependencia de la Presidencia desde la cual se habría interferido el celular de Marelbys Meza.

Además, durante su paso por Medellín, Dávila habría sido el responsable de manejar la oficina de Comisiones Investigativas contra el Crimen Organizado (CICOR), sitio desde donde se le hizo inteligencia e interceptaciones a alias “Siopas”, subcomandante del Clan del Golfo. Justamente, el número de Meza, así como el de otra trabajadora de Sarabia, aparecieron en las interceptaciones con los alias de la Niñera y la Madrina en medio de las investigaciones contra el Clan.

La Fiscalía investiga el “uso irregular del polígrafo” y de quien dio la orden de interceptar los teléfonos, para determinar si hubo delitos de abuso de autoridad, peculado, fraude procesal, falsedad en documentos y violación ilícita de comunicaciones.

Por su parte, el presidente Petro afirmó en su cuenta de Twitter que “no es cierto que haya dos disparos” en el cuerpo del coronel, desmintiendo a usuarios de esa red social que especulan sobre un posible ataque contra el uniformado para encubrir a funcionarios del gobierno.   

“Ojalá la investigación judicial busque las causas de su suicidio. Por qué se sintió tan acorralado como para llegar a tan terrible decisión”, indicó el presidente en otro mensaje.

Los simpatizantes de Petro acusan al fiscal general Francisco Barbosa de actuar en contra del gobierno y realizaron manifestaciones exigiendo la renuncia del funcionario, quien fuera designado por el anterior presidente de orientación derechista Iván Duque.

El medio digital Cambio publicó la última conversación telefónica de Dávila con una de sus periodistas que lo interrogó sobre su responsabilidad en la interceptación ilegal de los celulares de la niñera y una empleada doméstica de Sarabia.

“Yo no me puedo pronunciar ante eso. Es lo único que yo te puedo decir porque si no (...) mejor dicho, me acaban”, dice el oficial.

El policía intentó contactar minutos después a la periodista sin éxito, pero cuando ella devolvió la llamada Dávila ya estaba muerto.

A la par con el hallazgo del cuerpo sin vida del coronel Dávila, la Fiscalía informó que también investiga otro caso conexo que se conoció a raíz del polígrafo y las escuchas a Meza: la financiación de la campaña de Gustavo Petro a la Presidencia.

El ente acusador confirmó que los fiscales delegados ante la Corte Suprema de Justicia y la Dirección Especializada contra la Corrupción estarán investigando a los posibles implicados en la presunta entrada de dineros irregulares al partido político Pacto Histórico de 2022, que llevó a Petro a la Casa de Nariño.

(Con información de agencias)