El Poder Judicial envió una notificación a la Intendencia de Maldonado por una demanda radicada contra el empresario argentino Andrés Reinaldo Rossi, quien tiene una propiedad presuntamente irregular ubicada en la zona de la playa de José Ignacio.
El reclamo, hecho por un grupo de vecinos residentes del balneario, está siendo estudiado por abogados del área de Asesoría Jurídica de la comuna, según supo El Observador. La intendencia tiene un plazo de 30 días corridos para responder a la Justicia desde el pasado viernes.
Los denunciantes sostienen que la base de la casa de Rossi no está un metro por encima de las dunas, como exige la normativa, sino apoyada sobre ella. Además –apuntan–, está hecha enteramente de hormigón, por lo que, entienden, incumple en el uso de materiales livianos.
Un informe de febrero de 2021 elaborado por el arquitecto Ignacio Amándola al que accedió El Observador coincide con la observación de los vecinos y señala que la propiedad perteneciente al empresario y próxima al faro de José Ignacio es "pesada" en cuanto a diseño y materialidad.
"Solicitamos se disponga la prohibición de innovar respecto al avance en la construcción de la vivienda que se viene levantando en los padrones 239 y 433 de la localidad Faro de José Ignacio", señala la demanda. Entre las medidas cautelares, piden que Rossi recomponga el "ambiente agredido" en 30 días y que el Ministerio de Ambiente lo intime, una vez cumplido el plazo y si no hizo los cambios, a realizar las modificaciones.
La familia señala que la vivienda obtuvo el permiso de construcción correspondiente de parte del Ministerio de Ambiente y que, por lo tanto, desde un primer momento actuaron bajo la norma. A la vez, reconocen que debieron ajustar algunos detalles de la obra para respetar la reglamentación.
La otra inquietud que la Liga de Vecinos trasladó a la Justicia corresponde a la propiedad de Siobhan Dumas, hija del conocido chef Carlos “Gato” Dumas. Sin embargo, la Intendencia de Maldonado que encabeza Enrique Antía aún no fue notificada de la situación porque el juez a cargo del caso continúa evaluando las medidas cautelares solicitadas.
Las construcciones ubicadas dentro de una "manzana de fragilidad ecosistémica", dice la normativa, deben estar un metro por encima de las dunas y a partir de ahí pueden tener seis metros de altura. Para no alterar el cuidado de las dunas ni afectar el entorno natural de la costa, no pueden sobrepasar los seis metros de alto ni utilizar materiales pesados (como hormigón y acero), así como tampoco ser levantadas sobre la arena –salvo que se utilicen pilotes–.
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