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Kenia: el país afronta una elección presidencial clave para la estabilidad de la región

Actor fundamental en la zona de los Grandes Lagos, su influencia se extiende al Cuerno de África por su proximidad con Somalia. Además de presidente, los veinte millones de kenianos habilitados elegirán también diputados y gobernadores
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08 de agosto de 2022 a las 15:51

Kenia elegirá este martes a un nuevo presidente. Será en el marco de unos comicios generales en los que el “delfín” presidencial Raila Odinga y el vicepresidente William Ruto se disponen a poner fin a años de rivalidad política. Lo harán en un contexto en el que todavía está fresco en la memoria colectiva el recuerdo del millar de muertos que dejaron como saldo las elecciones de 2007 y los brotes de violencia de 2013 y 2017 derivados de resultados polémicos.

Más de 20 millones de kenianos están habilitados no solo a elegir presidente, sino también diputados, gobernadores y responsables de 47 municipios, en un clima de desconfianza hacia las instituciones electorales, y a solo cinco años de la decisión de la Justicia que anuló los resultados de las elecciones que finalmente encumbraron al actual presidente, Uhuru Kenyatta, en una segunda votación boicoteada por Odinga.

Desde entonces, sin embargo, las circunstancias han cambiado. Tras idas y vueltas, Odinga es ahora el elegido por el presidente para sucederlo. Kenyatta decidió apostar por el que fuera su archirrival, movida que puso fin a la alianza que mantenía con el vicepresidente Ruto, quien al igual que Kenyatta, fue imputado ante el Tribunal Penal Internacional por presuntos crímenes de lesa humanidad después de las presidenciales de 2007, cargos de los que ambos fue finalmente absueltos.

Odinga, de 77 años y líder de la alianza Azimio La Umoja, cuenta con el apoyo de los pesos pesados de la política nacional. Ruto, de 55 años, encabeza la Alianza Democrática Unida y, según los analistas locales, ha desarrollado una exitosa campaña en la que se ha presentado como una figura dinámica y alternativa a las dinastías gobernantes del país.

Según las últimas encuestas, Odinga tiene una ventaja de entre seis y ocho puntos porcentuales, con un 49% a favor frente al 41% de Ruto. El panorama, sin embargo, se terminará de definir en la región del Monte Kenia, rica en votos, al norte de Nairobi, una zona que ha producido tres de los cuatro presidentes posteriores a la independencia de Kenia.

Odinga, cabe destacar, cuenta con un atractivo adicional: la nominación de la exministra de Gabinete Martha Karua como candidata a la vicepresidencia. De ganar Odinga, Karua se convertiría en la primera mujer que desempeña un puesto tan relevante en la política local. No obstante, aunque las mujeres representan casi la mitad de los votantes registrados, Kenia todavía tiene la menor cantidad de lideresas electas en África Oriental.

La cuota de género introducida hace una década en el país apenas ha conseguido calar entre los sucesivos gobernantes. Aunque el número de mujeres que ingresan en la esfera política ha crecido a lo largo de los años, solo ocupan el 23% de los escaños del último Parlamento, según datos recogidos por CNN.

Tanto Ruto y Odinga han centrado los últimos días de sus campañas en promocionar un programa de apoyo a las clases pobres, en una economía azotada por los efectos de la pandemia y que ha deteriorado sensiblemente las perspectivas de crecimiento depositadas en el país por los organismos interregionales.

"Los precios de los productos básicos son actualmente volátiles y tienen una tendencia al alza", ha explicado a la cadena Al Yazira la jefa de Políticas Públicas de la ONG Africa Practice, Magdalene Kariuki. "La inflación de los alimentos aumentó a alrededor del 18,8% en junio, frente al 12,4% en mayo", señaló Kariuki.

La elección de mañana, además, tiene una destacada importancia en la región. Según los observadores, la palabra clave es “estabilización”. Kenia es actor fundamental en la zona de los Grandes Lagos, que abarca Burundi, República Democrática del Congo, Ruanda y Uganda. Su influencia se extiende también a los vecinos del Cuerno de África, dada su proximidad a Somalia, donde la organización yihadista Al Shabaab, vinculada a Al Qaeda, todavía controla parte del territorio y ha llevado a cabo varios ataques en los últimos años en suelo keniano.

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