Una crisis como la de la pandemia, pone a prueba la calidad de las instituciones y el desempeño del sistema político que, en parte, depende del desenvolvimiento de las interacciones entre las autoridades de gobierno, los partidos políticos e incluso de la sociedad civil organizada. En ese sentido, aunque es muy pronto para hacer una evaluación definitiva, son preocupantes las dificultades evidentes del Frente Amplio (FA) en su papel como fuerza opositora, algo que es fundamental para la convivencia democrática y, por tanto, es decisivo para el buen ambiente político.
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