La calesita docente: solo la mitad de los profesores dictan clases en los mismos liceos que lo hacían el año pasado

El Observatorio Liceal que Secundaria actualizó este martes evidenció que la inestabilidad en los centros educativos no cede y está en el registro de rotación más alto desde que hay datos públicos sistematizados. Una cuarta parte de los docentes no reiteró horas en ninguno de los liceos en que dictó clases el año anterior, y otras parte (que junto a los anteriores completan la mitad de la plantilla) solo repitió en algunas instituciones, pero no en todas.

Ni siquiera en el departamento de Flores, donde Secundaria diseñó un plan piloto de elección de horas docentes por tres años, hubo un cambio de comportamiento. Mucho menos en departamentos como Rivera o Maldonado en que la rotación es más la norma que la excepción.

“El sistema en educación media es por lejos el sistema con mayor inestabilidad de sus recursos humanos por establecimiento y carga horaria”, había advertido el extinto colectivo Eduy21 en su Libro Abierto. Desde entonces, y pese a la insistencia de las distintas administraciones y el diferencial que significó el nacimiento de los centro María Espínola en que la elección es por más años, esa inestabilidad de recursos sigue mostrando su misma cara.

En algunas asignaturas —como Ciencias Físicas o Música— la inestabilidad es tal que solo la cuarta parte repitió horas en todos los centros de enseñanza en que dictó clases el año anterior. El extremo opuesto lo encabezan Idioma Español e Informática en que seis de cada diez profesores reiteraron las horas en todos los liceos.

La actual administración tenía dentro de sus objetivos un cambio del estatuto docente que, entre otras modificaciones, cambie la manera en que se elijen las horas y cargos en Secundaria. Pero, mientras la discusión se dilató, las autoridades fueron por excepciones por algunos departamentos.

Las sucesivas investigaciones del Instituto Nacional de Evaluación Educativa, sin embargo, señalan la necesidad de una reestructura de base. Porque los docentes con más antigüedad (los que se sitúan en los grados que van del cuarto al séptimo) son los que menos rotan, son los que cobran más, son los que elijen primero y concentran su mayoría de horas en los liceos de contextos más pudientes.

Por transitiva, el Estado invierte más en los liceos más pudientes. ¿En qué sentido? Los mejores salarios se pagan en las zonas más favorecidas.

Tres de cada cuatro docentes efectivos de los grados más altos repitieron sus horas en todos los centros educativos en que dictaban clases el año anterior.

La rotación de los profesores, advertía Eduy21, se potencia con el efecto “docente taxi”. Sucede que casi un tercio de los profesores dictan clases en más de un liceo a la vez.

El Observatorio Liceal revela que hay más de 1.000 profesores que dan clases en tres o más liceos este año. Y en el caso más extremo hay cuatro docentes que están en ocho liceos.

Se los conoce como “taxis” porque van de la puerta de un liceo a  la puerta de otro. Y como en Secundaria no existen los cargos docentes, sino horas que a lo sumo conforman unidades, el multiempleo está más extendido que en los países con mejores resultados educativos.

¿Es un problema del docente taxi y la rotación anual? Hay que volver a la imagen inicial de quien cambia de lugar de trabajo todo el tiempo: conoce menos a sus colegas y sus alumnos, le es más difícil generar un arraigo, le cuesta más mantener un vínculo con los padres y ‘ponerse la camiseta’ de la institución, los directores no pueden comprometerlos en sus proyectos, acumulan más cansancio y más pérdida de tiempo por la propia rotación. Es ineficaz.