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La ciudad uruguaya con un “crecimiento explosivo” que está amenazada con quedar bajo el agua
Era un rincón en la salida oeste de la capital uruguaya en el que muchos montevideanos edificaron sus dormitorios y en el que algunas industrias aprovecharon a verter sus residuos al río. Su auge fue tal que hace menos de dos décadas la zona fue declarada ciudad, hace menos de un lustro se convirtió en la localidad más poblada de su departamento, y es probable que el censo en curso termine de posicionar esta urbe como la de mayor ampliación en la historia reciente del país. Pese a este apogeo, Ciudad del Plata cabalga a la par de sus chances de quedar sumergida.
Según las proyecciones del Ministerio de Ambiente, antes de que acabe este siglo más de 400 hectáreas de esta ciudad quedarán bajo el agua. En su apéndice más sureño, Delta del Tigre, el cálculo más conservador estima que las casas de 3.600 lugareños serán arrasadas por las inundaciones. En la costa oeste, Autódromo, otras 1.500 verán cómo el avance del río deja ahogados sus negocios, sus escuelas y hogares. La empresa Air Liquide, proveedora de gases, tendrá más de líquido que de aire. Desaparecerá la planta baja de la escuela n°121, la totalidad del CAIF y buena parte del liceo local.
No es la imagen del apocalipsis, sino la evidencia científica que ahora, gracias a la tecnología de detección remota (Light Detection and Ranging) permite visualizar en tres dimensiones el posible impacto de esta catástrofe a la que Ciudad del Plata parece destinada.
Así avanza la amenaza de inundaciones sobre Ciudad del Plata:
Los periodistas y académicos Miguel Ángel Dobrich y Gabriel Farías, de la plataforma Amenaza Roboto, colocaron esta tecnología en drones que sobrevolaron el rincón devenido en gran ciudad maragata. Las “nubes de puntos” que iban obteniendo en sus imágenes, las alturas y, sobre todo los llanos, fueron mostrando cómo Ciudad del Plata será particularmente sensible a las sudestadas, los desbordes de arroyos y ríos, y las inundaciones por roturas de obras de protección.
La construcción de un dique para contener las crecidas generó en parte de la población la ilusión de seguridad. Pero, según los datos de Ambiente, Ciudad del Plata sigue siendo una de las 12 localidades de Uruguay con riesgo más alto de inundación. Comparte ese triste ranking con parte de la capital de Durazno, de Artigas, de Paysandú, con Mercedes, San José de Mayo, Salto, Santa Lucía, Paso Carrasco, Treinta y Tres, y Juan Lacaze.
Dobrich y Farías explican en su investigación que el impacto de estos desastres naturales van más allá de la obviedad que implica quedar bajo agua. Representa una reconfiguración de muchos trabajos, de inversiones millonarias (de contención y de desplazamiento), y hasta el cambio en el curso de las aves migratorias que hacen parada en la zona.
Incluso la vida en sociedad, como un CAIF, puede verse amenazada:
El director del Instituto Nacional de Estadísticas, Diego Aboal, se refirió a un “crecimiento explosivo” en Ciudad del Plata. La localidad ya había aumentado su población en más de 800% desde el censo de 1963 a 2011.
En aquel último conteo, las cifras revelaban que casi la mitad de los habitantes trabajaba en una ciudad distinta a la que vivían, lo que convertía a Ciudad del Plata en una auténtica “ciudad dormitorio”.
Pero ese crecimiento se dio en una zona tan baja que, por ejemplo en Delta del Tigre, alcanza solo los seis metros sobre el nivel del mar en su punto más alto.
La investigación de Amenaza Roboto concluye: “El cambio climático no es el único efecto sobre el ambiente. La acción humana también provoca nuevos ordenamientos del territorio con las transformaciones de la población, sus hábitos o su expansión, a menudo relacionada con la oferta de trabajo. En una zona de crecimiento sostenido de habitantes y condiciones favorables a la inundación la tecnología permite visualizar riesgos para planificar soluciones”.
