La coalición opositora a Erdoğan eligió a Kemal Kilicdaroglu como su candidato presidencial

Considerado socialdemócrata, Kılıcdaroglu, de 74 años es el líder del principal partido de oposición en Turquía, el Partido Popular Republicano (CHP).

Su candidatura es el resultado de un acuerdo de última hora para reunir a un bloque de oposición que se había dividido el viernes pasado sobre si él debiera ser el candidato.

Después de largas discusiones, al cabo de tres días, los seis partidos acordaron que los alcaldes populares de Estambul y Ankara serían sus vicepresidentes en caso de que venciera a Erdogan.

Kilicdaroglu podría capitalizar el triunfo de la oposición en 2019 cuando el CHP derrotó al gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) en Estambul y otras grandes ciudades en elecciones locales, gracias al apoyo de otros partidos de la oposición.

La crisis del costo de vida en medio de una inflación desenfrenada y años de agitación económica han erosionado el apoyo de Erdogan, lo que le suma otra ventaja a Kilicdaroglu.

"Gobernaremos Turquía con consultas y compromisos", les dijo el flamante candidato a varios miles de simpatizantes que vitoreaban frente a la sede del Partido Felicity, uno de los seis del bloque opositor.

"Estableceremos la regla de la moralidad y la justicia juntos", afirmó.

La mayoría de las encuestas ponen a la coalición de seis partidos por delante de la coalición de AKP de Erdoğan y su aliado ultranacionalista, el Partido del Movimiento Nacionalista (MHP), para las elecciones parlamentarias. Sin embargo, en las elecciones presidenciales, las encuestas aún no son claras, y la coalición de seis partidos puede necesitar el apoyo del Partido Democrático Popular (HDP), pro kurdo y de izquierda, para derrotar a Erdoğan.

El HDP, que se ha enfrentado a una persistente persecución a manos del gobierno del AKP, es actualmente el tercer partido más grande en el parlamento turco.

Según los analistas políticos, el HDP ha mostrado su inclinación a apoyar condicionalmente a la coalición de seis partidos, tras el anuncio de Kılıcdaroglu como su candidato conjunto.

Uno de los líderes del HDP, Mithat Sancar, dijo el lunes que “nuestra clara expectativa es una transición hacia una democracia fuerte. Si podemos ponernos de acuerdo sobre los principios fundamentales, podemos apoyar a Kılıcdaroglu] en las elecciones presidenciales”, informó Al-Jazeera.

Si gana las elecciones, la “mesa de los seis” ha prometido volver a una forma de gobierno parlamentario mediante la reducción de los poderes del presidente, aumentados por Erdoğan a través de una enmienda constitucional.

Los detractores de Kilicdaroglu dicen que carece del poder de Erdoğan para reunir y captar audiencias, y que no tiene una visión clara o convincente de qué hacer en una era post Erdoğan.

Sus partidarios subrayan su reputación como “un administrador ético”, dijo Gonul Tol, jefe del programa sobre Turquía en el grupo de expertos Middle East Institute con sede en Washington.

"Él no es un hombre corrupto. Él no roba", agregó.

"Quiere concluir su carrera política como la persona que ha resucitado la democracia turca, por eso es el hombre adecuado", indicó Tol.

Antes de ingresar en las luchas políticas, KIicdaroglu trabajó en el Ministerio de Finanzas y luego presidió la Institución de Seguro Social de Turquía durante la mayor parte de la década de 1990. Saltó a la fama como activista anticorrupción del CHP, apareciendo en la televisión mostrando expedientes contra funcionarios que condujeron a renuncias de alto perfil. En 2009 perdió una elección como candidato a alcalde de Estambul del CHP.

Al año siguiente, fue elegido sin oposición como líder del CHP después de la renuncia de su predecesor y en esa convención del partido, una canción de campaña resonó en un salón repleto y lo describió como un hombre "limpio y honesto".

Con una camisa a rayas y un blazer negro, Kilicdaroglu les dijo a sus seguidores que lo vitoreaban: "Estamos llegando al poder. Venimos a proteger los derechos de los pobres, los oprimidos, los trabajadores y los trabajadores".

Su elección alimentó las esperanzas del partido de un nuevo comienzo, pero desde entonces el apoyo a CHP no ha superado el 25%.

Las políticas económicas poco ortodoxas de Erdoğan, incluidos los recortes de tasas de interés cuando la inflación se disparó por encima del 85% el año pasado, han repercutido en los hogares turcos y provocado una serie de colapsos monetarios desde 2018.

Las dificultades configuran una posibilidad histórica para Kilicdaroglu, para poner fin al reinado de Erdoğan que comenzó cuando el AKP llegó al poder por primera vez en 2002.

En esa elección, Kiricdaroglu ingresó al parlamento por el CHP, un partido de centroizquierda organizado por el fundador de la Turquía moderna, Mustafa Kemal Ataturk, que ha luchado por ir más allá de sus bases laicas para atraer a los turcos conservadores y religiosos.

Kilicdaroglu reformó discretamente el partido y dejó de lado a los "kemalistas" incondicionales que defienden una versión rígida de las ideas de Ataturk, al tiempo que promueve miembros que se consideran más alineados con los valores socialdemócratas europeos.

El comentarista político Murat Yetkin ha dicho que Kilicdaroglu hasta ahora no ha podido transformar completamente el CHP debido a una "cultura política estática".

Kiricdaroglu ha hablado en los últimos años de su deseo de curar viejas heridas con musulmanes devotos y kurdos, incluidos grupos en Diyarbakir a los que -reconoció- el CHP había molestado en el pasado.

Pero ha tenido problemas para mantener el impulso político. Encuestas recientes mostraron que el apoyo de Erdogan ha aumentado desde el verano pasado gracias a medidas que incluyen un aumento en el salario mínimo.

"En tiempos de crisis, los votantes de centro y derecha, que representan más del 60% del electorado, buscan mensajes unificadores y orientados a resultados de los políticos. Kilicdaroglu no hizo esto y no ayudó a la oposición en general", dijo Nezih Onur Kuru, de la firma de investigación Toplumsal Etki Arastirmalari Merkezi.

Kilicdaroglu puede tener dificultades para replicar la victoria de 2019 en el escenario nacional, donde las derrotas electorales anteriores del CHP cobran gran importancia, dijo Emre Peker, director de Europa del Eurasia Group.

(Con información de agencias)