La Corte Suprema de Brasil habilitó el procesamiento de 100 imputados por el intento de golpe

El comunicado emitido por el STF señala que votaron a favor de los procesamientos de los ultraderechistas el relator del caso, Aexandre de Moraes, y los jueces supremos Luís Roberto Barroso, Gilmar Mendes, Dias Toffoli, Edson Fachin y Cármen Lúcia.

La corte suprema de Brasil tiene 11 miembros, pero la semana pasada se jubiló Ricardo Lewandowski, y se espera ahora el pronunciamiento antes del martes próximo de los jueces Rosa Weber, Luiz Fuz, André Mendonça y Nunes Marques, los dos últimos designados por el expresidente Jair Bolsonaro, quien también está incluido en la investigación, aunque no denunciado ni imputado.

Por el caso está detenido el exministro de Justicia de Bolsonaro, Anderson Torrres, quien en el momento de la intentona era el secretario de Seguridad de Brasilia y está acusado de ordenar a la policía permitir el avance de los golpistas sobre el Palacio del Planalto -la sede del Ejecutivo-, el Congreso y la sede del STF para pedir al Ejército dar un golpe de estado y desconocer el resultado de elección en la que Lula da Silva se impuso sobre Bolsonaro.

Los primeros 100 procesados integran un grupo de 239 acusados de ser “ejecutores” del intento del golpe de estado y están acusados de una serie de delitos contra el estado de Derecho; entre ellos: asociación ilícita armada, abolición violenta del Estado democrático de derecho, golpe de Estado y daños al patrimonio del Gobierno federal. Los otros 1.390 acusados están imputados como “incitadores”.

La decisión del máximo tribunal se da en momentos en que la Policía Federal continúa realizando allanamientos y detenciones en el marco de una operación conocida como "Lesa Patria" y que tiene como objetivo determinar quiénes financiaron a los miles de bolsonaristas que acamparon desde octubre a enero frente a las sedes del Ejército en todo el país para desconocer la victoria de Lula da Silva.

Según informan los medios locales, Moraes defendió la competencia del STF para juzgar el ataque debido a que la causa está vinculada a otras en las cuales están imputados legisladores bolsonaristas, estatus que las concede fueros, razón por la que no pueden ser investigados y juzgados por la justicia de primera instancia.

La determinación del tribunal se conoce en medio del escándalo que se disparó esta semana cuando la cadena de noticias CNN Brasil difundió imágenes en las que se puede ver al general retirado Marco Gonçalves Dias el 8 de enero en el interior del Palacio Planalto, lo que derivó en su inmediato desplazamiento del cargo de ministro del Gabinete de Seguridad Institucional (GSI), función en el que había sido designado por el actual presidente.

Según fuentes del Partido de los Trabajadores (PT), el general retirado, un hombre de confianza del mandatario desde hace décadas, había asegurado a Lula da Silva que nada tuvo con en los hechos y que las imágenes en los que se lo ve en el interior del Planalto sin impedir el accionar de los golpistas están editadas.

Gonçalves, hasta su renuncia era el único militar en el gabinete presidencial, fue reemplazado por el viceministro de Justicia, Ricardo Cappelli, quien tras el 8 de enero fue el interventor de la policía de Brasilia durante un mes. En ese marco, el bolsonarismo intentó usar el episodio para argumentar que el intento de golpe de Estado fue un hecho impulsado por infiltrados del PT.

Según los medios locales, la caída de Gonçalves ocasionada por la difusión de las imágenes por parte de la cadena CNN Brasil puede ser interpretada como una traición interna con varias aristas; entre ellas la intención de convocar a una comisión investigadora en el Congreso, iniciativa reclamada desde las filas del bolsonarismo para erosionar el gobierno de Lula da Silva, lo que no impidió que los jefes parlamentarios del lulismo se pronunciaran a favor.

Por lo pronto, y más allá de las interpretaciones, lo concreto es que el intento del golpe de Estado de enero llevó al actual mandatario a descabezar a la cúpula del Ejército, que había sido nombrada una semana antes por negarse a reprimir a los ultraderechistas que acampaban en frente a los cuarteles pidiendo desconocer las elecciones. Un hecho que derivó también en la desmilitarizar del GSI, encargado de la seguridad presidencial.

La difusión de las imágenes, además, coincidió con el Día del Ejército, cuando Lula da Silva estaba en un acto conmemorativo con las Fuerzas Armadas, ocasión en la que el jefe del Ejército, general Tomás Paiva, condenó la "politización de las Fuerzas Armadas" y defendió la legalidad y el apego a la Constitución.

(Con información de agencias)