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La “experiencia” Punta Cana y la relación con los políticos
"Mirar al futuro, trabajar, perseverar, sin prisa pero sin pausa” se podía leer en cada diapositiva de la presentación del empresario dominicano, Frank Rainieri, en la cena de Gala de Endeavor Uruguay. Es una frase de cabecera del fundador y presidente de Grupo Punta Cana, quien de cero levantó uno de los principales destinos turísticos de la región.
Ante más de 750 participantes, entre empresarios, ejecutivos y emprendedores, Rainieri repasó la historia de cómo Punta Cana comenzó en la década de 1970 en un lugar paradisíaco -pero apartado y de difícil acceso- con un hotel de 20 habitaciones hasta el actual polo turístico que para 2020 espera contar con más de 45.000 habitaciones. Contó detalles sobre cómo convenció a inversores, cómo construyó el primer pequeño y precario aeropuerto, y hasta que sacó el nombre de un mapa de una estación de servicio, cuando se dio cuenta que se necesitaba una denominación comercial.
Pero uno de los pasajes más atractivos fue el del relacionamiento del empresario con los sucesivos gobiernos y su visión de los vínculos que el empresariado debe tener con los políticos.
“Para aquellos que creen que las cosas son fáciles nos tomó tres gobiernos y siete años conseguir los permisos para desarrollar el primer aeropuerto internacional comercial privado en el mundo sin ningún costo para el estado dominicano. ¿Saben ustedes por qué me lo autorizaron? Porque se cansaron de verme la cara insistiendo con los permisos”, recordó.
En la historia de Punta Cana, que hoy significa el 15% del PBI de República Dominicana, el empresario recalcó que el protagonista fundamental fue el sector privado, que construyó carreteras, aeropuertos, hospitales, y hasta escuelas en el lugar. El grupo de Rainieri está compuesto por 23 empresas dedicadas justamente a la energía, hoteles, seguridad, aeropuerto, bienes raíces, educación, y que realizó la caminería, salvo la ruta de ingreso que conecta los hoteles. “Si nos hubiésemos sentado a esperar Punta Cana no existía”, apuntó.
Para Rainieri los empresarios y emprendedores deben ser líderes del siglo XXI, lo que demanda superar el rol corporativo tradicional y mayor cuota de responsabilidad con la inclusión social y el medio ambiente. Pero además implica el actuar entendiendo la naturaleza de los vínculos de colaboración necesarios entre las empresas y los gobiernos, que deberían ser “aliados naturales”.
“También es necesario un cambio de actitud del liderazgo político. La experiencia de Punta Cana nos dice que todo hubiera sido más fácil con una mayor comprensión de los políticos acerca del rol que corresponde a la iniciativa privada en el desarrollo y creación de riqueza. Se necesita una estrecha colaboración pública privada”, concluyó.
El valorado networking
El director ejecutivo de Endeavor Uruguay, Joaquín Morixe, se mostró muy satisfecho con los resultados de la cena de gala, que es la principal fuente de recaudación para las actividades de la organización de apoyo a emprendedores. Se entendía que era un año más difícil, por lo que los objetivos fueron menos ambiciosos. De igual forma consideran que los indicadores relevantes fueron positivos: se superó el objetivo de 750 personas, y se alcanzó el de recaudación y rentabilidad.
En la organización recibieron buenos comentarios acerca del orador y su historia (se ponderó “que no fuera del palo de la tecnología” como en galas anteriores) y de que una buena gestión del timing permitiera crear un ambiente y un espacio propicio para el networking.
Morixe señaló que muchos de los comentarios posteriores incluyeron el concepto de que se trata de una noche única en la que es posible intercambiar con personas con las que no se puede conversar habitualmente, y se valoró especialmente ese espacio para conectar.
Además de los candidatos Ernesto Talvi y Edgardo Novick, estuvieron presentes los legisladores Pedro Bordaberry, Álvaro Delgado y Rodrigo Goñi, y elsubsecretario de Turismo, Benjamín Liberoff.
