La acacia utilizada para producir la goma crece en un “cinturón” de 500.000 kilómetros cuadrados que atraviesa Sudán desde Gadarif hasta Darfur

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La exportación de goma arábiga amenazada por la guerra sudanesa

Materia indispensable para la producción de bebidas gaseosas, chicles y algunos medicamentos, los precios de la goma arábiga, producción de cristales de savia de acacia endurecida, cayeron en picada y pone en riesgo el modo de sustentarse de 5 millones de sudaneses.
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22 de mayo de 2023 a las 16:07

La goma arábiga es el ingrediente clave para la elaboración de las bebidas gaseosas o de los chicles. Y es el producto estrella de la exportación de materias primas de Sudán. Pero eso era antes de la guerra desatada a mediados de abril: los combates, la migración de quienes la manufacturaban y la evacuación de los extranjeros que la compraban hizo que los precios cayeran en picada.

Adam Issa Mohamed, comerciante de El-Obeid, principal mercado de goma arábiga al sur de Jartum, afirmó a la agencia de noticias AFP que “la situación es una verdadera catástrofe para los productores”.

Claro que los afectados no son sólo quienes producen la goma arábiga. Un estudio sobre el dinamismo económico de Sudán informa que cinco de los 45 millones de sudaneses obtenían –hasta el inicio del conflicto– algún ingreso directo o indirecto de la producción de cristales de savia de acacia endurecida.

La goma arábiga de Sudán, que representa el 70% de las exportaciones brutas mundiales, había resistido a todo: conflictos, carencias, sequías, inundaciones. Pero eso fue hasta ahora. Luego de más de cinco semanas de guerra entre militares y paramilitares, casi un millar de muertos, más de un millón de desplazados y refugiados y la evacuación de la mayoría de extranjeros relacionados con su comercio, la goma arábiga ya no está a salvo.

El emulsionante natural obtenido de la savia endurecida de las acacias es tan indispensable para la producción de bebidas gaseosas, chicles y algunos medicamentos que los Estados Unidos, que venía imponiendo sanciones a Sudán durante años, le concedió ahora una exención especial ya que las industrias agroalimentarias y farmacéuticas norteamericanas no pueden prescindir de ese producto.

El problema es que la mayoría de los combates entre ambos bandos beligerantes se concentran en Darfur, centro neurálgico de la producción de la goma, y Jartum, donde se centraliza la mayor parte de la producción de goma arábiga antes de su exportación. Y aunque los enfrentamientos no llegaron a Gadarif, cerca de la frontera con Etiopía donde también hay muchos campos de acacias, los precios comenzaron a caer.

Ahmed Mohamed Hussein, un productor que no logra vender su producto por falta de camiones que atraviesen las zonas de combates, dijo a AFP que, “como ya no hay compradores, la tonelada pasó de 320.000 libras sudanesas a 119.000”, es decir de US$ 532 a US$ 198.

Los habitantes de Jartum indican que muchos camiones fueron destruidos por el fuego cruzado y que varios de sus conductores murieron. Los transportistas que todavía se atreven a trabajar chocan con otro gran impedimento: el combustible. Cuando lo consiguen, en las pocas estaciones de servicio que aún tienen suministro, el precio del litro se multiplicó por 20.

La Federación internacional por el fomento de la goma (AIPG), que reúne a productores, importadores y fabricantes, afirma que sus "empresas tienen suficientes reservas importadas de Sudán y otros países en sus almacenes para amortiguar posibles interrupciones del suministro". Pero eso parece una proclama para calmar al mercado mundial.

En 2022, el país exportó 60.000 toneladas de goma, dice Mostafa al Sayyed Khalil, director del Consejo de goma arábiga de Sudán, con la guerra, es difícil saber cuánto exporta el país actualmente y calcular la producción real de goma. “Gran parte de la producción está en zonas que escapan al control del estado, zonas rurales o desérticas, controladas por grupos armados”, dice Khalil.

En Sudán, la acacia utilizada para producir la goma crece naturalmente en un "cinturón" de unos 500.000 kilómetros cuadrados que atraviesa el país desde Gadarif hasta Darfur.

Y si bien antes de la guerra, los precios locales de la goma arábiga eran tan bajos que muchos agricultores preferían transformar sus acacias en carbón o trabajar en las minas de oro de la zona, ahora todo empeoró y el conflicto bélico podría asestar un golpe mortal a este mercado. Como señala el director Khalil: “Si el cinturón de acacias desaparece, todo el mundo se hundirá con él”.

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