Opinión > COLUMNA/EDUARDO ESPINA

La ficción más radical de todas

El misterio alrededor del vuelo MH 370 de Malaysia Airlines supera la imaginación
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16 de marzo de 2019 a las 05:02

Por seguro, una cosa que el pasajero nunca verá en un avión de aerolínea comercial es una película sobre aviones, y menos aquellas que utilicen la coartada de los accidentes aéreos como forma de entretenimiento. A decir verdad, no hay ninguna gran película sobre incidentes encima de un avión, aparte de United 93 (2006), muy buen filme que cuenta con detalle documentalista lo sucedido encima de un vuelo de United Airlines durante la fatídica jornada del 11 de setiembre de 2001. Las demás películas que conozco son mala ficción, seguramente porque la magia de volar supera incluso los intentos más extremos de la imaginación por estar a la altura de lo que sucede en las alturas.

Busco y rebusco ejemplos en la no tan extensa filmográfica sobre historias relativas a aviones comerciales, y ninguno resulta convincente. Tal vez alguno de ustedes pueda colaborar con sus opiniones. Son bienvenidas.


De todas las posibles historias que puedan imaginarse sobre aviones, o estén basadas en hechos reales, ninguna podrá superar a la del vuelo MH 370 de Malaysia Airlines, que desapareció de los radares la noche del 8 de marzo de 2014. Han pasado cinco años desde que el avión Boeing 777 con 239 personas a bordo, que volaba de Kuala Lumpur a Pekín, se esfumó como misterio instantáneo, y hasta ahora ninguno de los posibles indicios surgidos han podido construir una hipótesis creíble que lleve a la resolución del caso. Todos los expertos coinciden: hasta que no se encuentren los restos de la nave en algún lugar del océano Índico, y con ellos la llamada “caja negra”, todo será meras suposiciones. Incluso en caso de que consigan localizarla (algo que resulta más que utópico), el misterio de lo ocurrido dentro del avión quizá nunca llegue a aclararse.

De todas las posibles historias que puedan imaginarse sobre aviones, o estén basadas en hechos reales, ninguna podrá superar a la del vuelo MH 370 de Malaysia Airlines, que desapareció de los radares la noche del 8 de marzo de 2014 con 239 personas a bordo. Se esfumó como misterio instantáneo


El tiempo pasó y el estancamiento del caso ha generado muchas leyendas urbanas sobre lo sucedido a la nave en una noche de cielo claro, ideal para volar. En las costas de isla Reunión, en África, al este de Madagascar, aparecieron tiempo atrás partes de una de las alas, por lo que es un hecho que el avión cayó, y que no desapareció misteriosamente, como si hubiera sido secuestrado por extraterrestres. Hay quienes creen que los restos fueron puestos ahí por terroristas, es decir, ni siquiera la única evidencia encontrada hasta la fecha ha servido para que el misterio comience a tener un principio de resolución. El informe final de 440 páginas, realizado por la Australian Transport Safety Bureau (ATSB) y dado a conocer tres años atrás, sintetiza lo realizado con relación a la búsqueda e intento de resolución del caso, presentando una posible pista aunque no definitiva. La búsqueda, que costó US$ 200 millones, fue suspendida por las autoridades de Malasia y China.


En semanas previas al desenlace, el capitán del avión, Zaharie Ahmad Shah, voló en el simulador que encontraron en su casa una ruta “inicialmente similar” a la que luego tomó el avión, desviando el curso del mismo y enfilando hacia el sur del océano Índico, donde supuestamente, en alguna parte del vasto territorio marino cerca de la costa australiana, el avión y sus ocupantes estarían enterrados. El reporte no determina razones ni motivos de la desaparición del avión, pero destaca la condición inverosímil del caso, pues resulta inconcebible e inaceptable que en los tiempos actuales, con tanta tecnología a disposición, un avión de semejante tamaño haya podido esfumarse y seguir desaparecido por tanto tiempo, sin que se tenga ni una pista certera sobre lo ocurrido. 


El llamado caso MH 370 es el misterio más grande del presente siglo, habiendo generado una vasta literatura, tanto de investigación como de invención, pues la críptica condición del hecho permite figurar cualquier tipo de escenario respecto a lo ocurrido, desde un acto con responsabilidad humana hasta la presencia de extraterrestres. El misterio va camino a permanecer como tal, como enigma impenetrable. Las hipótesis sobre las causas de la desaparición están situadas entre la realidad y la ficción: que fue un acto suicida provocado por uno de los pilotos; que uno o varios pasajeros habrían tomado secuestrada la nave y la habrían estrellado en una zona remota del océano Índico; que hubo un cortocircuito a bordo que interrumpió la salida del oxígeno, por lo que todos los tripulantes habrían muerto asfixiados antes de que la nave gastara todo el combustible y cayera al agua; que alguien con conocimientos aeronáuticos habría secuestrado al avión con intención de pedir un rescate pero luego perdió control del mismo estrellándose contra las aguas oceánicas; que el avión habría sido impactado por un misil. 


Hasta ahora nadie ha demostrado que alguno de estos escenarios sea irrefutable verdad, y por eso, en busca de la elusiva verdad, pronto volverán a rastrillarse las enormes superficies del Índico, pues saben que si no encuentran el cuerpo principal del Boeing 777 el misterio continuará para siempre inconcluso. Y esto, según los resultados obtenidos hasta la fecha, es lo más probable que vaya a ocurrir. Según el capitán Simon Hardy, el avión Boeing 777 se habría hundido de manera controlada en una parte profunda del Índico, al suroeste de Australia, donde también se intentó localizarlo. La búsqueda fue en un área de 120 mil kilómetros cuadrados, lo cual supuso encontrar una aguja en un pajar. Hardy llegó a la conclusión aplicando un análisis matemático a un simulador de vuelo que le permitió trazar el posible recorrido que pudo tener el aparato. Las autoridades australianas que estuvieron a cargo de la búsqueda consideraron creíble la hipótesis, pero tampoco de ahí vino la respuesta. 

¿Por qué no han podido encontrar a la nave todavía? Hay quienes afirman que se buscó en el lugar equivocado y que, además, la búsqueda no cubrió todas las zonas marinas, las cuales en ciertas áreas pueden llegar a tener siete kilómetros de profundidad. Contra reloj, Ocean Infinity, empresa estadounidense, ha desarrollado nueva tecnología para retomar la búsqueda con la financiación de los gobiernos de Malasia y China. Sería una inmoralidad que la guerra contra el enigma, que hasta ahora solo ha tenido resultados fútiles y frustrantes, se dé por perdida. La búsqueda del avión desaparecido es la más grande y costosa de la historia. 


Y la historia no tendrá conclusión hasta que se sepa algo más de lo poco que ya se sabe, mejor dicho, que se supone. En el siniestro murieron 153 ciudadanos chinos, por lo que China considera obligatorio seguir la búsqueda hasta que el misterio sea resuelto. De lo contrario, permanecerá como “caso abierto”, hasta que un milagro o casualidad aporten nueva información sobre lo ocurrido dentro del avión y luego de que este desapareciera de los radares, como si el aire se lo hubiera tragado. La esperanza por intentar resolver ese gran misterio sigue vigente, aunque las certezas permanecen en el limbo. 
 

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