La historia familiar del retorno de Sud América a Primera: padre presidente e hijo capitán

El equipo buzón, que descendió en 2017 tras perder por penales un desempate contra El Tanque Sisley (que al otro año no compitió por no poder liquidar las deudas con los jugadores), retornó a Primera tras ganar los playoffs del último Campeonato de Segunda División, al ganarle a Rampla Juniors en el último cruce. 

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"Trabajar con mi padre tiene sus pro y sus contra, como cualquiera que trabaje con un familiar. En las peleas te calentás el doble, porque mezclás cosas personales con las laborales. Y en el fútbol, más en el uruguayo, a veces se generan roces entre el plantel y la dirigencia. Alguna vez tuve que apurarlo cuando se generaron deudas, por ejemplo. Pero las alegrías tiene un sabor especial", cuenta Bruno a Referí. "El abrazo que nos dimos tras ganar los playoffs todavía me pone la piel de gallina de recordarlo", recuerda. 

"Es exactamente así", corrobora su padre. "Somos padre e hijo y siempre hay alguna diferencia que es normal y más cuando hablamos de un jugador de fútbol y presidente y más en nuestros roles. Y sí, se dan esas discusiones con la diferencia de que a veces son más acaloradas, cada uno defendiendo los intereses normales de cada rol, pero siempre de buena manera. Ver el ascenso con Bruno en la cancha es algo que no se paga con nada y va a quedar en el recuerdo de familia y de la institución para siempre; es difícil que se repita un logro semejante con padre presidente e hijo capitán. Cuando Bruno se fue a Argentina, para jugar en All Boys, descendimos, y él se quedó con esa espina de que al irse el equipo bajó. Capaz que con él también bajábamos, pero internamente se sintió responsable y por eso el ascenso fue tan especial", agrega. 

Padre e hijo fueron dando sus pasos en el fútbol al mismo tiempo. Giménez hizo el baby en el Urreta y de ahí pasó a la Séptima de Sud América. Su padre se vinculó con el buzón y rápidamente se convirtió en delegado de juveniles. Al tiempo fue tesorero cargo que desempeñó durante cinco años. Desde hace ocho es el presidente del club. 

Giménez, de 29 años, se fue de la Sexta de Sud América a la sub 16 de Nacional, club con el que firmó un contrato de dos años aunque nunca llegó a jugar en Primera. Debutó en El Tanque Sisley y luego jugó en Cerro Largo y Juventud antes de volver a la IASA, allá por 2014. Tras su experiencia internacional en All Boys y San Marcos de Arica retornó en 2018 y se convirtió en el capitán del club.  

En ese año, los directores de la sociedad anónima deportiva comandado por el argentino Virgilio Celio se fueron tras desembarcar en el club en 2012. "Tuvimos algunas diferencias y se rompió el relacionamiento", comenta Giménez padre. 

El hijo acota: "Somos un club en desarrollo y sin sociedad anónima se hizo difícil subsistir, los ingresos de socios son menguados y el club hace años que no vende un juvenil aunque hay varios jóvenes que se han formado en el club". 

Ahora, el club está por firmar un nuevo convenio para volver a adoptar la forma de sociedad anónima deportiva. "Vamos a llamar a asamblea para someterlo a votación. Estamos trabajando con una gente que nos ha dado una mano importante, con Uriel Pérez y Fernando Pavón. La idea es seguir trabajando en conjunto", expresa el titular del club. 

"En el fútbol uruguayo va cambiando el panorama. El fútbol se ha profesionalizado mucho, los ingresos en Segundo son muy menguados y en Primera tampoco es gran cosa. Con lo que percibiremos por derechos de televisión no cubrimos el 40% del club. Sin inversores es imposible y ahora el formato a seguir es la sociedad anónima porque los gerenciamientos ya no existen", agrega.    

El año pasado el equipo apostó fuerte para subir. Pero no fue hasta que Maximiliano Viera sustituyó a Omar Pérez en la conducción técnica que el equipo no se soltó. Viera dirigirá en este Uruguayo a Progreso y por eso la dirigencia apostó por el argentino Claudio "Pampa" Biaggio como entrenador. 

Para facilitar el desembarco al club de quien fuera jugador de Peñarol, Danubio y figura en San Lorenzo, la IASA mantuvo como ayudante técnico a Sebastián Cessio y al preparador físico Germán Rosas. Biaggio llegó acompañado del profe Diego Abelando. 

"Vinieron varias incorporaciones, algunas importantes con gran trayectoria como Pablo Mouche y el Loco Abreu que suman en lo deportivo y grupal; también Andrade que jugó en River Plate y Atlético Mineiro, y que sirven a los jugadores en desarrollo. Se formó un grupo con una linda mixtura", dice Bruno. 

"A diferencia de otros años, en la preparación vino nutricionista, nos tomaron medidas, en algún amistoso usamos sistema de GPS. Una de las canchas de la Naval donde entrenamos está en muy buen estado y si no tenemos el Fossa", dice el capitán. 

Su padre acota: "El Fossa está muy mejorado en la cancha. Es un objetivo a mediano plazo arreglar el cercamiento y hacer un nuevo vestuario lo que nos puede permitir jugar de locales en nuestra cancha. Ya tenemos presentado un proyecto para montar cancha de césped sintético".  

Mientras, el equipo arrancará la temporada en el Juan Antonio Lavalleja de Minas. 

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Bruno Giménez quería empezar el Apertura el fin de semana. Pero igual tiene con qué entretenerse en la espera. Cursa tercer año en la licenciatura de educación física. "Me gustaría a futuro ser profe en el fútbol y siempre decimos con el Nano Ramos que somos amigos desde las juveniles de Nacional que vamos a formar un cuerpo técnico juntos. Pero también me gustaría trabajar en el área docente a nivel escolar o también en rehabilitación. Es una herramienta para el futuro". 

El equipo lleva jugados seis amistosos con dos triunfos, un empate y tres derrotas. 

Claudio Biaggio, el nuevo DT buzón

Cuerpo técnico: Claudio Biaggio, Sebastián Cessio (ayudante), Diego Abelando, Germán Rosas (preparadores f{isicos). Gerardo Priore renunció como entrenador de goleros y se busca sustituto.