La letra del tango Cafetín de Buenos Aires aplica perfectamente a la situación que vive hoy el Partido Colorado, relegado a mínimos históricos que sacuden sus estructuras e interpelan a sus líderes. “De chiquilín te miraba de afuera / como a esas cosas que nunca se alcanzan / la ñata contra el vidrio...”, escribió Enrique Santos Discépolo. Y así están hoy los colorados, que miraron el balotaje de afuera, alejados de la competencia y preocupados en cómo dejar de caer y en retomar la senda del crecimiento.
Las elecciones dejaron al otrora poderoso en menos de 13% del electorado, en lo que según el senador José Amorín fue “la peor elección”, comparable al 2004 cuando terminaba la peor crisis financiera y social que recuerda el país. La esperanza se puso en Pedro Bordaberry, un candidato joven para la escena local, que llevó a su partido a 17%. Pero con él, cinco años después, también bajó.
En la noche de la derrota del 26 de octubre, los colorados se mostraron divididos y no todos fueron a abrazar al candidato. Los magros resultados llevaron al cruce de reproches en busca de responsables. La elección de Germán Coutiño como candidato a vicepresidente fue la principal crítica de los batllistas porque Bordaberry los dejó afuera de la fórmula. Como si fuera poco los colorados tienen cinco bancas menos que hace cinco años, y Vamos Uruguay –sector mayoritario– perdió ahora al diputado Fernando Amado, quien dio un portazo por sentirse excluido y criticó el liderazgo de Bordaberry.
El expresidenciable de los colorados dijo a El Observador que asumirá su banca en el Senado. “Siempre he cumplido con mis obligaciones. El pueblo me votó para ser senador y cumpliré mi contrato con él”, afirmó. También negó la posibilidad de alejarse de la política. Ayer, después de votar, dijo: “Mañana todo el mundo se tiene que remangar y trabajar por un mejor Uruguay desde donde lo puso la gente”.
Una vez más, Bordaberry tuvo que recorrer el país para pedir el apoyo para un blanco. Primero lo hizo en 2009 para Lacalle Herrera, y ahora para Lacalle Pou.
La próxima semana el Comité Ejecutivo Nacional –órgano de conducción política del partido– empezará el camino de la autocrítica con la mira en el futuro. El escenario no se presenta para que los colorados se pasen facturas, mientras no aparecen sucesores claros al líder Bordaberry, que volverá, con el ánimo golpeado, a armar sus filas desde el Parlamento.
(Producción: Leonardo Luzzi y Pablo Staricco)
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