Mundo > Datos de la crisis
La pandemia elevaría a 58,6% la pobreza infantil en Argentina, según informe de la ONU
El martes fue presentado en Buenos Aires el informe Covid-19 en Argentina: impacto socioeconómico y ambiental —elaborado por las agencias, fondos y programas de las Naciones Unidas en Argentina, con el acompañamiento del Banco Mundial— que revela en toda su crudeza, con ánimo constructivo sin embargo, la honda crisis provocada por la pandemia y sus consecuencias. "Se prevé mayor contracción económica, con pérdida de empleo, el correlativo aumento de la pobreza y nuevos retos para el desarrollo sostenible y la paz social", apunta en su introducción.
Roberto Valent, Coordinador Residente de ONU Argentina, en la presentación del informe señala que los primeros análisis muestran, a la par de una respuesta sociosanitaria "destacada por sus resultados", una caída de la producción, el crecimiento de la pobreza y de la cantidad de personas en estado de emergencia, sanitaria y económica. Y abren, a su juicio, interrogantes sobre la dimensión temporal de la crisis.
"La sociedad argentina teme que lo coyuntural pase a ser estructural, y que los nuevos pobres y marginados de esta crisis pasen a ser los nuevos pobres y marginados del país", afirma el coordinador de ONU Argentina.
En esa perspectiva, reitera el apoyo de Naciones Unidas y sus agencias a la futura creación del Consejo Económico y Social, para el cual el presidente Alberto Fernández pidió la cooperación de la ONU, con el énfasis colocado en "No dejar a nadie a atrás" en las políticas para la recuperación y el crecimiento.
Valent advierte que las serias restricciones fiscales a las que está sometido el país dan poco margen al país para fortalecer y promover las dimensiones de protección social y producción lo que obliga "a un replanteo del modelo económico y del tipo de relacionamiento que tendrá Argentina con el mundo".
Triple shock
El informe de ONU plantea que la pandemia presenta un triple shock económico en Argentina:
- de oferta, debido a las medidas de aislamiento social.
- de demanda, derivado de los menores ingresos que genera la paralización de la actividad económica.
- de recursos financieros, asociado a los problemas de liquidez que enfrentan las empresas, especialmente las pequeñas y medianas.
A lo que se suma "el impacto externo derivado de la crisis global, a partir del menor precio de los principales productos de exportación, la reducción del volumen de comercio de bienes y servicios, y las tensiones financieras internacionales.
La combinación de esos factores excepcionales llevará a que la economía argentina caiga —según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)— 8,2% en 2020 si la pandemia se controla. La caída alcanzaría un 10% en el caso de que se registre un segundo brote de coronavirus.
Al exponer los datos previos a la pandemia, el informe de ONU apunta los signos de agotamiento de la economía argentina, la caída del PIB per cápita nacional de 11% en el periodo 2012-2019 y el incremento de la pobreza hasta el 35,5% en el segundo semestre de 2019. Un desempeño que se asocia con los desequilibrios del sector externo: menos valor por las exportaciones, aumento de las importaciones y rápido endeudamiento externo.
Más niños pobres
"Las perspectivas para 2020, previo a la crisis, eran cautas, y el desempeño macroeconómico de corto plazo dependía en gran medida de los resultados de la renegociación de la deuda soberana", apunta el informe.
A partir de proyecciones basadas en la caída estimada del PIB y en la Encuesta Permanente de Hogares del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), el documento de ONU prevé que la pobreza de los niños argentinos, que afectaba al 53% en el segundo semestre del año pasado, "podría escalar al 58,6% hacia fines de 2020.
La pobreza extrema podría llegar al 16,3% hacia el final de 2020. En términos de volúmenes de población, implicaría que entre 2019 y 2020 la cantidad de niñas, niños y adolescentes pobres pasaría de 7 millones a 7,76 millones; la pobreza extrema, de 1,8 a 2,1 millones, calcula el informe de ONU.
Consigna también el estudio la caída de los ingresos en el 60% del total de hogares encuestados desde que se tomaron las medidas de aislamiento, lo que proyectaría un total de 15 millones de personas. En villas y asentamientos la pérdida de ingresos se eleva al 63%; en hogares con al menos una persona discapacitada llega al 65%; es de 70% en los hogares que reciben la Asignación Universal por Hijo (AUH) y sube al 75% entre los hogares con cinco o más miembros.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima, por su parte, sobre varios escenarios de reducción del PIB que este año se perderían en Argentina entre 750.500 y 852.500 empleos.
De la emergencia, a la oportunidad
Tras analizar el impacto de la crisis en el derecho a la alimentación; en la escolaridad, infancia y adolescencia; en las personas con discapacidad; en género, violencia y abuso sexual; cultura; derechos humanos y perspectiva ambiental, el informe de las Naciones Unidas plantea "guías para la acción".
Esas "guías" abordan y plantean medidas en el campo prioritario de la salud ; en la priorización de los sectores más afectados por la dimensión social y económica de la crisis; en políticas fiscales y monetarias que apoyen la provisión directa de recursos; políticas de empleo que incluyan la protección de los trabajadores, el estímulo a la economía y la demanda del trabajo, el apoyo al empleo y los ingresos.
El informe de Naciones Unidas señala que la "emergencia sanitaria" puede ser, sin embargo, una oportunidad para consolidar "un Estado democrático eficaz y transparente". Una transparencia que suponga "rendición de cuentas y participación ciudadana en diversas dimensiones del Estado: Poder Judicial, Poder Legislativo, organismos de control y en todos los niveles de gobierno, nacional y subnacional".
