El pasado 4 de julio se estrenó Sound of Freedom, una película montada con sólo US$ 14 millones. Este thriller, dirigido por Alejandro Gómez Monteverde, narra la historia de un agente del Departamento de Seguridad de Estados Unidos que abandona su trabajo para enfrentarse a una red de pedofilia en Colombia.
A pesar de que su futuro en las carteleras parecía incierto, el film superó los US$ 100 millones a tan solo tres semanas desde su lanzamiento. Sin embargo, no todo fue positivo para esta producción, ya que su contenido generó polémica y enojo en Estados Unidos.
En primer lugar, Sound of Freedom generó polémica debido a que aborda un tema delicado: el tráfico sexual infantil. Esto provocó reacciones negativas en los sectores más conservadores de la sociedad norteamericana.
Además, el film recibió críticas por su sensacionalismo y la representación estereotipada de las víctimas. Algunos espectadores argumentan que la cinta se aprovecha de la tragedia de este delito para obtener beneficios económicos y reforzar concepciones negativas sobre las personas afectadas.
Por esta razón, la película enfrentó desafíos para encontrar distribución y lanzamiento. Inicialmente, fue rechazada por Netflix, y después de la adquisición de 20th Century Fox por Disney, quedó archivada. Finalmente, los derechos fueron adquiridos por Angel Studios, lo que permitió su estreno en los cines de Estados Unidos.
Sin embargo, una de las principales fuentes de controversia en torno a Sound of Freedom está relacionada con las ideas presentadas en el film, que guardan similitudes con una teoría de conspiración conocida como QAnon.
QAnon es una teoría de la conspiración que ganó popularidad entre grupos de extrema derecha en Estados Unidos. Según esta hipótesis, existe una supuesta trama secreta organizada por un grupo llamado "Estado profundo" que busca socavar a Donald Trump.
La base de la teoría sugiere la existencia de figuras influyentes en Hollywood, políticos del Partido Demócrata y altos funcionarios que participan en una red internacional de tráfico sexual de niños.
Se afirma que Donald Trump está llevando a cabo investigaciones y persiguiendo a estos supuestos implicados para evitar un presunto golpe de Estado planeado por personas como Barack Obama, Hillary Clinton y George Soros.
La película está basada en hechos reales y narra la historia de Tim Ballard, interpretado por Jim Caviezel, un exagente del gobierno estadounidense que toma la decisión de abandonar su trabajo con el propósito de rescatar a niños vinculados a una red de tráfico sexual en Colombia.
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