Hay países en que los docentes pasan de grado con sus estudiantes. Y hay otros, como Uruguay, en que esa estrategia es —en los hechos— impracticable. De los 17.980 docentes que trabajaron en primaria entre 2017 y 2022, el 17% rotó de escuela el primer año de ejercicio. Y el 55% lo hizo alguna vez en el quinquenio.
El Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineed) demostró que la rotación de docentes en la educación inicial y primaria es “preocupante” pese al incremento salarial en esa profesión y los incentivos para que se permanezca en un cargo.
Los jóvenes son, en ese sentido, los más propensos a cambiar de escuela de un año para el otro. Para decirlo en números: los maestros de entre 45 y 60 años tienen un 43% menos de probabilidad de cambiar de centro que los menores de 30 años.
Aquellos docentes de Montevideo tienen más chances de rotar que los del interior (un 10% más), salvo en las escuelas rurales donde la permanencia en el cargo es más endeble.
Cuando se tienen las horas repartidas en distintas escuelas (20 horas semanales en una y 20 en otra), aumenta un tercio la probabilidad de rotar. Por eso el informe del Ineed advierte que “el alto porcentaje de docentes que rota al primer año de observación en el centro evidencia fallas en el objetivo perseguido por el estatuto docente de asegurar la estabilidad en el centro, al establecer la obligatoriedad de la permanencia de al menos dos años en el mismo lugar antes de la solicitud de traslado”.
La ley de Educación recomienda que los maestros estén fijos al menos dos años y que sus horas se concentren en un solo centro educativo. Pero en la práctica hay flexibilidades —como dejar el cargo en suspenso— que terminan incentivando la rotación.
Un maestro tipo aumenta cerca del 69% de su salario acorde escala en los grados de antigüedad. Un director tiene una variación mucho menor, pero, según el estudio del Ineed, la permanencia en el cargo de los directores es más estable. Sobre todo lo es en las escuelas de tiempo completo y los contextos vulnerables (Aprender), donde reciben una paga extra.
En los maestros el incentivo de dinero solo se comprueba para escuelas de tiempo extendido, no así para los contextos más desfavorables, donde hay incentivo salarial pero la rotación también es alta.
Ineed concluye: “Sería deseable que los maestros ocupen cargos de 40 horas o más en un solo lugar para favorecer a la permanencia en las escuelas”.
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