La prevención no bastó: dos muertos por violencia de género

Olga Costa, de 44 años, estaba decidida a ponerle fin a las agresiones a las que era sometida por parte de su pareja, un retirado militar con quien había convivido durante los últimos cuatro año. Por eso, este miércoles por la tarde lo denunció ante la Policía por primera vez. Como lo indica el procedimiento del Ministerio del Interior, los efectivos llamaron por teléfono a un juez de familia quien dispuso que se ubicara al agresor y que, mientras tanto, se dispusiera para la mujer una custodia de dos policías las 24 horas del día.

Sin embargo, nada pudo evitar que pocas horas después, a las 6:30 de la mañana de este jueves, el agresor lograra entrar a la vivienda del barrio Umpierre de la ciudad de Salto, para matarla a ella y a uno de los dos policías que se encontraba realizando la custodia.

Según se informó desde la Jefatura de Policía de Salto, el hombre pudo ingresar por la ventana de un dormitorio. En su camino hacia el cuarto en el que descansaba la mujer, se topó en la cocina con uno de los policías de la guardia, a quien le disparó un tiro en el pecho. Luego el hombre ingresó al cuarto y le disparó a su expareja en la cabeza. Ambas víctimas murieron en el lugar.

Los disparos alertaron al otro policía que apoyaba la custodia y se encontraba en la parte lateral de la casa. Al toparse con el hombre logró dispararle en una pierna y luego lo detuvo.

Según informó el vocero de la Policía de Salto, Giovanni Vacci, el hombre se encuentra internado, fuera de peligro. En las próximas horas se hará una audiencia para formalizar el caso, donde la fiscalía acusará al asesino de femicidio, un delito por el que podría ser penado con de 30 años de prisión, además del otro homicidio agravado.

El femicidio ocurre a menos de 24 horas de que un hombre hiriera a su pareja con un puñal, también en Salto. En este caso, el hombre fue encontrado horas más tarde ahorcado.

En tanto este lunes la Policía de Maldonado debió proceder ante otro intento de femicidio. En este caso el hombre disparó e hirió gravemente a su expareja cuando se encontraban discutiendo en el interior de un auto. El agresor también se suicidó. El femicidio ocurrido este jueves es el quinto que se produce en lo que va de 2018.

Las custodias policiales en casos de violencia doméstica se han convertido en una práctica frecuente en todo el país. Según datos a los que accedió El Observador, se destinan entre 240 y 490 policías por día a realizar tareas de custodia de mujeres.

La diferencia entre una y otra cifra se da porque, en algunos casos, se dispone un policía a cargo de la custodia, y en otros casos, dos –sobre todo en barrios más conflictivos–.

Esto quiere decir que para cubrir las 24 horas de protección se requiere de tres turnos, lo que implica que por un solo caso pueda haber entre tres y seis policías abocados a proteger a una víctima de violencia doméstica.

Los jueces de familia especializados definen la guardia policiales en aquellos casos en los que, como ocurrió en Salto, el agresor no puede ser ubicado –y por lo tanto no se le puede colocar una tobillera para hacer valer una orden de restricción–. También se aplica cuando no hay tobilleras disponibles –el Ministerio tiene unas 400 de las cuales están activas 388–, o cuando la persona agredida puede recibir represalias de terceros, como familiares o amigos del denunciado.

El miércoles el Sindicato Único de Policías del Uruguay (SUPU) y Sindicato Policial de Montevideo (Sifpom) se reunieron para presentar en conjunto reformas normativas que garanticen la defensa de policías ante las agresiones sufridas en los últimos días, algunas de ellas en el marco de custodias en casos de violencia doméstica.

Según informó Subrayado, este jueves un policía fue golpeado y asaltado en el barrio Casavalle mientras hacía una custodia a una mujer víctima de violencia doméstica. Los delincuentes se llevaron el arma de reglamento, el chaleco antibalas y el handy del efectivo.

Casos como estos se han repetido en los últimos días según denuncian ambos sindicatos. Sucede que las custodias policiales son dispuestas con mayor frecuencia en barrios de mayor peligrosidad, debido a que es justamente allí donde las víctimas no tienen una alternativa de vivienda, ni posibilidades económicas que les permitan alejarse del lugar en el que están en peligro, explicó la directora de Políticas de Género del Ministerio del Interior, July Zabaleta.

El presidente del SUPU, Luis Clavijo, dijo que el sindicato no solo critica el hecho de que el Ministerio del Interior con frecuencia envía solo un efectivo para realizar la custodia –cuando exigen que sean al menos dos–, sino que, además, aseguran que no se le da la información suficiente para garantizar su propio cuidado y el de las víctimas de violencia doméstica.

"Cuando se manda a la Policía muchas veces no se muestra foto del agresor, ni si informa qué antecedentes tiene", explicó.

Clavijo dijo además que es frecuente que los Policías no ingresen a la vivienda, y que en muchos casos no tengan información sobre el lugar físico que tienen que custodiar, lo que puede ser aprovechado por los agresores para ingresar sin ser

vistos.

El próximo martes 13 el Sindicato único de Policías del Uruguay (SUPU) y el Sindicato Policial de Montevideo (Sifpom) se volverán a reunir para analizar la situación de la seguridad pública. La secretaria general del Sifpom, Patricia Rodríguez, dijo al programa Inicio de Jornada de Radio Carve que lo ocurrido en Salto es algo que el gremio "venía anunciando".

"Es urgente hacer un cambio" agregó. Rodríguez dijo que las condiciones de las custodias no son buenas porque los efectivos trabajan "sin condiciones de resguardo, en zonas conflictivas donde tienen que lidiar con el presunto agresor y con todo lo que le rodea". El gremio reclama la aprobación de una ley que flexibilice la legítima defensa de los policías.