El Índice Líder de Ceres (ILC) dio una baja de 0,3% en noviembre, que representa una pausa en la tendencia de recuperación que traía en los anteriores cuatro meses, aunque no significa un cambio de tendencia. En octubre ya se había detectado que la salida de la crisis perdía ritmo y que la mejora no era generalizada. El dato de noviembre indica una pausa en el aumento de producción, aunque hay señales de que eso habría sido puntual y podría retomar el alza en el mes siguiente, según Ceres.
"Todavía no pensamos en la U ni en la meseta. Es más un tic. Esta crisis mundial no tiene antecedentes. Tenemos que irnos muchos años atrás. Estamos viendo lo que está pasando en Europa, están decretando toques de queda, cierres totales de países. Entonces, hace que la economía tenga su proceso más lento de recuperación", había explicado en una reciente entrevista con El Observador el subsecretario de Economía, Alejandro Irastorza.
El MEF proyectó una caída del PIB de 3,5% para este año y una recuperación de 4,3% para 2021. En tanto, los privados que respondieron la última Encuesta de Expectativa del BCU de noviembre proyectaron una contracción más aguda para este año (-4,3%) y un repunte más moderado el próximo año (+3,4%).
El Índice Líder de Ceres es un anticipador de tendencia en actividad, pero una tasa con cambio de signo no es suficiente para indicar un cambio de tendencia; son necesarios tres datos del mismo signo para indicar tendencia.
El aumento de propagación de covid-19, que obliga a incrementar la cantidad de personas en cuarentena, y el duro impacto de la falta de lluvias para actividades agropecuarias, están generando complicaciones adicionales a las registradas en meses anteriores.
El ILC había acusado ocho caídas consecutivas de noviembre a junio, lo que se daba por una recesión iniciada en 2019 y agravada en marzo por el impacto de la pandemia. En julio mostró que la caída había tocado piso y luego repuntado; en agosto reforzó esa idea y dio una continuidad de recuperación en setiembre y octubre, lo que configuraba el final de la etapa recesiva.
El dato de noviembre marca una pausa en esa tendencia y confirma algunas preocupaciones registradas en octubre cuando se vio desaceleración de tasa positiva: 0,1% en julio, 2,1% en agosto, 2,2% en setiembre y 0,6% en octubre.
Las condiciones económicas generales no son favorables a una recuperación más rápida y generalizada y en algunos casos hay cierta estabilidad, lo que implica mantener distancia del nivel precrisis. Al perder fuerza en octubre y dar una caída en noviembre, se demora más en llegar al nivel anterior a la contracción.
El Índice de Difusión de noviembre fue 50%, lo que indica que la mitad de las variables que componen el ILC se comportaron de manera expansiva.
Este indicador es complementario del Índice Líder y mide la amplitud de la base de sustento de su movimiento mensual, considera la proporción de las variables del ILC que evolucionaron favorablemente en cada mes.
El índice de Difusión había sido 60% en julio, 70% en agosto, 80% en setiembre, 50% en octubre y otra vez 50% en noviembre. Eso marca debilidad de la posibilidad de recuperación; solo la mitad logra una mejora.
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