La suba del precio internacional del petróleo

El más importante de ellos fue la decisión de Estados Unidos del pasado mes de mayo de apartarse del acuerdo nuclear con Irán negociado por el expresidente Obama y sus aliados occidentales. Junto con esta ruptura, Estados Unidos  anunció que a partir del mes próximo habrá de imponer sanciones económicas contra Irán, en esencia orientadas a disminuir sus exportaciones de petróleo. 
En períodos anteriores, durante las presidencias de Bush y de Obama, cuando también fueron aplicadas sanciones a Irán, algunos países aliados pudieron seguir comprando a Irán. Pero en esta ocasión, el gobierno americano ha avisado a todos los importadores de Teherán que interrumpan esa relación. 

En adelante, ello habrá de provocar una baja de las exportaciones iraníes. La producción de Irán ya está en baja, porque es ahora de 3,4 millones de barriles diarios contra los 3,8 millones de principios de año. 
China, el principal comprador del petróleo iraní, está reduciendo sus compras, pese a la guerra comercial que libra con Estados Unidos. Lo mismo ocurre con India, el segundo comprador en importancia. Otros importadores como Corea del Sur y Francia ya han dejado de comprar en este mercado.

En adelante, ello habrá de provocar una baja de las exportaciones iraníes.

Irán está tratando de atenuar el efecto de las sanciones americanas mediante el trueque, como por ejemplo petróleo por armas de Rusia, o a través de intermediarios del sector privado, pero no son salidas de fácil instrumentación. 
En este marco de incertidumbre, a fines del pasado mes de junio, Arabia Saudita, con el apoyo de Rusia, impulsó un acuerdo para aumentar la producción de petróleo en un millón de barriles diarios con el fin de estabilizar el precio internacional. Pero en los hechos, la baja de las exportaciones de otros países productores, como México, Libia y Venezuela han determinado que en lo inmediato, el aumento de la producción conjunta es de entre 600 mil y 700 mil barriles diarios, distribuidos básicamente entre Arabia Saudita, Rusia, Emiratos Árabes Unidos y Kuwait. 

En particular, el futuro de la producción de Venezuela es incierto. Ella fue de 1,36 millones de barriles diarios en el pasado mes de mayo, unos 600 mil barriles menos que un año atrás, al tiempo que se estima que en los próximos meses, la producción podría seguir a la baja hasta un nivel de 800 mil barriles diarios. 

En el pasado mes de setiembre, Donald Trump pidió a la OPEP que interrumpiera el alza del precio del petróleo, mediante un nuevo aumento de la producción, para compensar la baja de las exportaciones de Irán. La preocupación del presidente americano está centrada más que nada en el precio doméstico de la gasolina, con vistas a la próxima elección de noviembre. Pero la respuesta de la OPEP y sus aliados fue negativa, con el argumento de que desde hace tres meses ya vienen aumentando su oferta. 

Arabia Saudita, que se ofreció a compensar la menor oferta de Irán, proyecta para estos meses una producción récord de 10,7 millones, en alza con respecto a los 10 millones de principios del año en curso. Pero en estos días la desaparición del periodista saudí Jamal Khashoggi ha afectado a la imagen internacional del reino que, en represalia, está insinuando un manejo político de su oferta de petróleo. 
Otro factor de importancia en la evolución reciente del precio internacional del petróleo es que la producción de Estados Unidos, un productor que ya está entre los tres principales del mundo, está perdiendo parte del dinamismo que tuvo en los últimos años. Por ello, la proyección para el año próximo es ahora de un alza de unos 840 mil barriles diarios, en vez del nivel superior al millón de barriles que se estimaba hace algún tiempo.  

En contrapartida a estas dificultades de la producción, hay en estos días una cierta incertidumbre sobre la evolución de futuro de la demanda mundial de petróleo, como consecuencia de los pronósticos sobre la posible desaceleración de la economía internacional. Es un factor que alimenta la reticencia con la que los principales países productores de petróleo están considerando un eventual aumento de su producción.  
En conjunto, todo indica que el conflicto entre Estados Unidos e Irán, los problemas de algunos países productores como Venezuela y el menor dinamismo de la oferta de Estados Unidos ya ha marcado un nuevo nivel para el precio internacional del petróleo durante los próximos meses, que incluso podría ser aun más alto.