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En asado con blancos, Lacalle Pou pidió bajar la ansiedad electoral y dedicarse a la gestión
Por Diego Cayota y Santiago Soravilla.
Carmelo Vidalín apenas había ingresado a la residencia presidencial de Suárez y Reyes cuando advirtió: “Creo que volví a meter la pata”.
Entre risas, mientras saludaba a los primeros presentes, contó que le había dicho a la prensa que estaría bueno tener una fórmula de mujeres en el Partido Nacional con los “varoncitos” acompañando.
El comentario recibió la respuesta del anfitrión, el presidente Luis Lacalle Pou, que –palabras más, palabras menos– le dijo que “temblaba” cada vez que Vidalín hablaba.
Y así, con el sello humorístico que suele dar a sus intervenciones, el intendente de Durazno adelantó uno de los temas que sobrevoló el encuentro entre el presidente y los dirigentes de Todos, el paraguas electoral que impulsó su candidatura y que está integrado por Aire Fresco, el Herrerismo y el Espacio 40.
Fue la primera vez desde que es presidente que Lacalle Pou reunió a los dirigentes de su sector. El jueves recibió a ministros, intendentes y legisladores de Todos, con un asado, vino y whisky, que se extendió hasta la medianoche para hablar de los principales temas de coyuntura.
El mandatario hizo un balance del trabajo en la Rendición de Cuentas recientemente aprobada en el Parlamento, defendió la reforma del sistema de seguridad social con algunos pedidos a los legisladores y puso el foco en la importancia de no descuidar la gestión del gobierno. En un ambiente íntimo, el presidente no necesitó ser explícito para que sus correligionarios interpretaran lo que estaba queriendo decir acerca de las candidaturas, y en su discurso envió un mensaje subliminal que todos descifraron de la misma forma.
Con varios de los posibles postulantes escuchándolo con atención, Lacalle Pou marcó la cancha y dejó entrever que no es momento de hablar de postulaciones, que es necesario concentrarse en la gestión y que la mejor forma de encarar la campaña electoral es hacer un buen gobierno, según reconstruyó El Observador a partir de varios participantes del encuentro. “El mejor candidato es un muy buen gobierno”, dijo.
El mensaje se dio en un interludio especial: luego de un congreso de Aire Fresco (su sector inicial) en el que se evidenciaron ciertas diferencias respecto a los tiempos electorales y en la previa del congreso de Todos, que, tras una suspensión inicial, va a celebrarse el próximo 12 de noviembre.
La interpretación que hacen los blancos es que las palabras del presidente terminarán orientando el desarrollo de ese evento y que la ansiedad electoral bajará hasta el verano. Que Vidalín no volverá a proclamar a Álvaro Delgado como postulante, tal como hizo en el evento de Aire Fresco, y que lo que quedará de esa reunión en Trinidad será un mensaje de unidad y un renovado compromiso de gestión, que era la idea inicial para el congreso de setiembre pero que en los hechos no se concretó.
El sector que se reunió este jueves en la residencia presidencial se encolumnó detrás de Lacalle Pou en 2019, pero las perspectivas hacia 2024 son bastante distintas.
Incluso, en Aire Fresco existe la posibilidad de que surja más de una candidatura. El secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, es el nombre más consolidado pero nadie se anima a descartar al ministro de Desarrollo Social, Martín Lema, e incluso en el Herrerismo consideran la posibilidad de postular a la excandidata a la Intendencia de Montevideo, Laura Raffo.
Pero la mayoría de los que ocupan puestos en el Ejecutivo están convencidos de que el único apuro que puede haber es el de concretar planes y responder a los reclamos que fueron recopilando cuando recorrieron el país en campaña electoral. Y en ese contexto, uno de los planteos fue mejorar la coordinación entre ministros y legisladores para atender las demandas de los vecinos. “Los diputados e intendentes tienen que ser el cable a tierra de los ministros”, dijo uno de los participantes a El Observador.
La advertencia de Penadés
Luego de la intervención de Lacalle Pou, uno de los que tomaron la palabra fue el senador herrerista Gustavo Penadés, quien planteó una advertencia. “Que nadie se crea que la popularidad del presidente es de todo el gobierno”, dijo y señaló, sin mencionar ningún ministerio en particular, que hay áreas del Ejecutivo donde es necesario mejorar la eficiencia, dijeron las fuentes consultadas.
La popularidad del mandatario se mantiene cercana al 50%, según la última encuesta de la consultora Equipos publicada esta semana.
Si bien los números del presidente son altos para el momento del período de gobierno, la intención de voto de la coalición está bastante por debajo del resultado de octubre de 2019, cuando recogieron el 53% de los votos, e incluso empatados con el Frente Amplio (38% la oposición y 37% todos los partidos de la coalición sumados), según la misma consultora.
Con su comentario, Penadés apuntó a la importancia de no descuidar la situación y seguir dedicando las mejores energías a las tareas del gobierno, incluso con una mayor coordinación entre el gobierno y los senadores y diputados.
En un sentido similar se expresó el ministro de Transporte, José Luis Falero, que fue el otro orador de la noche. Para el dirigente de San José, el gobierno se tiene que concentrar en cumplir las demandas que levantó durante la campaña y señaló que es muy importante no transformar al Ejecutivo en “unipersonales” sino que debe valorarse lo colectivo sin perfilismos.
