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Lacalle Pou y una votación soñada para elegir a su vice
Luis Lacalle Pou abrazó a su mano derecha, Nicolás Martínez, y ambos rompieron en llanto. Las lágrimas de emoción no eran solo por haber salido victorioso en la interna nacionalista, sino porque, el porcentaje obtenido le daba la firmeza suficiente para plantear el juego del Partido Nacional como quisiera. Fue un doble festejo: la victoria y la holgura que consiguió.
Según los datos primarios, el precandidato obtuvo más del 50% de los votos y duplicó a Juan Sartori y Jorge Larrañaga. Con ese tablero, Lacalle Pou encontró más oxígeno para elegir a una compañera de fórmula y eligió a la presidenta del Directorio del Partido Nacional, Beatriz Argimón, adelantó El Observador en base a fuentes partidarias minutos antes de que Lacalle Pou lo oficializara. “Hoy aquí este partido les va a ofrecer al país un programa de gobierno, un equipo de gobierno de primer nivel, un equipo técnico y una candidata a vicepresidenta”, dijo desde el escenario ubicado en la puerta de la casa del Partido Nacional y abrazó a Argimón con fuerza.
La semana pasada, Lacalle Pou se reunió por separado con los precandidatos Juan Sartori, Jorge Larrañaga y Enrique Antía. Este domingo, el acuerdo de la fórmula se cerró en la sala del directorio blanco con cientos de militantes eufóricos aguardando afuera. “Si Beatriz es el nombre que me acompaña se lo debo a los compañeros precandidatos”, remarcó Lacalle Pou.
La oferta había sido realizada semanas atrás por el precandidato y Argimón estuvo dispuesta a aceptar el reto desde un primer momento. Faltaba ver cómo quedaba organizado el panorama nacionalista con los números, aunque sea primarios, a la vista.
Poco más de una hora después de anunciar la fórmula, las redes sociales de Lacalle Pou dejaron de mostrarlo solo. La foto de ambos abrazados posteada en Instagram y Twitter iba acompaña de dos nombres propios y dos palabras: “Luis. Beatriz. Es ahora”.
Discursos espejo
El discurso de Lacalle Pou de este domingo a la noche fue bastante similar a los que venía repitiendo en su tercera gira por todo el país, cuando recorrió las capitales para los actos finales.
Insistió, por ejemplo, en la necesidad de que exista un “gobierno multicolor”. “Con los demás partidos nos tenemos que juntar más temprano que tarde. Me comuniqué hace un rato con Ernesto Talvi (Partido Colorado), con el senador Pablo Mieres (Partido Independiente), con Edgardo Novick (Partido de la Gente) y con Guido Manini Ríos (Cabildo Abierto). Con quienes seguramente en estos meses tengamos que buscar coincidencias”, afirmó. También se refirió a que su “mejor condición es ser militante del Partido Nacional” y, a diferencia de sus discursos de la campaña, remarcó que su bandera pasó a ser la de todos los sectores y no solo la del suyo.
Un dato no menor es que en base al primer escrutinio de la Corte Electoral –en base al 72% de los votos– el Partido Nacional casi duplicó en votos al Frente Amplio: 307 mil contra 177 mil votos.
Entre el enojo y el cariño
La montaña rusa de Lacalle Pou a lo largo de estas elecciones internas comenzó chata y empezó a tener subidas pronunciadas y bajadas adrenalínicas conforme pasaban los meses. Noticias falsas en su contra y el crecimiento en las internas Sartori fueron parte de esa adrenalina.
Jamás imaginó al empezar su campaña que iba a terminar presentando una denuncia por la falsificación de su biografía escrita por Esteban Leonis, que le tendría que explicar a sus hijos por qué cada pocos días se subían a las redes sociales truchas videos que lo difamaban o que la lista 71 iba a tener que salir a calmar que ciudadanos enfurecidos por llamadas en la madrugada con su jingle, que no fueron realizadas por esa agrupación.
La ansiedad por la carrera de la interna, que lo tuvo como favorito pero con Sartori creciendo, se llegó a mezclar con la bronca por la campaña sucia en su contra. Sin embargo, en cada recorrida sentía cariño de militantes y abrazó ese apoyo para no montar en cólera.
Prueba de ellos fue su agradecimiento constante a la militancia, que reiteró en su sede y en la casa del partido ya como candidato.
Emocionado una hora después de conocerse su victoria, saludó a los militantes de otros partidos: “Reivindico a la política como instrumento, yo dignifico a la política, yo actúo como predico”.
A su abrazo a la militancia se le sumó la concentración en no salirse ni un segundo del plan pautado. La estrategia de Lacalle Pou se mantuvo intacta con tres giras, un programa de gobierno que desde que lo presentó el 8 de abril no lo soltó y una apuesta fuerte a sus equipos técnicos. Ahora le toca la segunda etapa, con más espalda de la que esperaba.
