La situación de los cultivos de arroz “es totalmente opuesta a la que había hace 15 días”, sostuvo Alfredo Lago, presidente de la Asociación Cultivadores de Arroz (ACA).
Las intensas lluvias que tanto se necesitaban en el sector agropecuario, tan celebradas por la mayoría de los productores, y especialmente la secuencia de días con poco sol podrían afectar el llenado de granos en las plantas y así la productividad de los cultivos, que en el norte del país comenzarán a cosecharse la próxima semana.
Si bien este cultivo se produce bajo riego, había preocupación en los productores sobre fines de enero por si las reservas en los embalses serían suficientes para contemplar las necesidades.
Las primeras lluvias fueron bienvenidas, aliviaron la situación y le dieron a los productores un poco de tranquilidad. Pero a medida que continuaron y los días nublados se extendieron, la preocupación volvió, principalmente por el rendimiento que puedan tener los cultivos si el estado del tiempo no cambia.
Lago sostuvo que todos los departamentos limítrofes con Brasil que tienen producción arrocera recibieron buena cantidad de lluvia, y que ahora lo que los pone en alerta son las precipitaciones constantes, que siguen, y los pocos días de sol que han recibido los cultivos en la etapa de maduración en la que están.
“En este momento que está terminando la etapa productiva, el clima debería ser el contrario, con más horas de sol”, indicó.
“Seguramente terminemos de cuantificar este verano como uno de los veranos más llovedores de los últimos años. Y esos años llovedores no son años de muy buena productividad del arroz”, lamentó.
El presidente de ACA dijo que los cultivos vienen con buen potencial, y aseguró que desde la asociación de productores son cautelosos en definir la productividad antes de que termine todo el ciclo.
“La siembra fue muy en fecha (se hizo casi toda en octubre), enero y diciembre vinieron muy buenos, justamente porque hubo mucha temperatura y muchas horas de sol, seguramente vamos a conformar una buena productividad”, comentó, pero añadió que “si tomamos una chacra promedio como de 10 puntos, en enero eran de 12, y hoy estaríamos por encima del promedio, pero hoy ya no estamos en 12 puntos”.
Según informó Blasina y Asociados en un informe para El Observador, la siembra de la zafra 2020/2021 fue levemente mayor a la anterior, y se completó, casi en su totalidad en octubre, una fecha ideal. Datos de la ACA muestran que en esta zafra se sembraron 142.000 hectáreas, un 4% más que la zafra anterior.
“Si las abundantes lluvias de los últimos 10 días no afectan demasiado se podría alcanzar una cosecha de entre 1,25 y 1,3 millones de toneladas, un 10% superior a la del año pasado, aunque lejos por debajo del récord histórico de 1,64 millones de 2011”, informó Blasina el 5 de febrero.
“Quizás igual tengamos un año de buena productividad, pero tal vez no tanto como la que pensábamos en enero que habría”, reflexionó sobre el particular el productor y presidente de ACA.
Comentó que desde el sector productivo se miran con atención los registros de climatología compartidos por el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), “y vemos la primer década de febrero como de las peores en los últimos años, muy por debajo del promedio”.
La baja luminosidad puede atentar con el rendimiento de los granos. Cuando el cultivo no tiene la luz suficiente se ve afectado principalmente en el momento en el que está ahora: en el llenado de grano, explicó Lago. “Es muy probable que no todos los granos terminen llenándose porque obviamente la humedad y la falta de radiación solar va en contra de eso”, señaló.
El presidente de la gremial detalló que puede haber otros efectos. Por un lado, que cuando los granos estén llenos, tengan menos peso. Y por otro, que se proliferen hongos y bacterias en la planta por la humedad de los días. Esos problemas se pueden encarar de dos formas: “materiales genéticos resistentes, que eso lo tenemos, y manejos fitosanitarios”.
Por ahora los cultivos no han presentado enfermedades. Lago comentó que normalmente los efectos de las enfermedades se ven en etapas más avanzadas del cultivo, cuando vuelve la radiación solar y empiezan a ser más visibles los daños.
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