Ayer me refería a una de las expresiones más usadas por el ser humano en cualquier parte del mundo: “Segundas partes nunca fueron buenas”. La oí en húngaro y en chino, y en inglés es tan común como en castellano. Si uno la usa para darle un consejo a alguien que se va a meter en camisa de once varas, difícilmente vaya a tener éxito, pues quien quiera meterse en ese tipo de camisa lo va a hacer de todas formas. A palabras sabias, oídos sordos. Las segundas partes, cuando la idea se le mete a alguien en la cabeza, son como un imán del cual es difícil apartarse. Tientan, llaman a la acción, pero muy escasamente dejan resultados positivos. Si hacemos un recuento, con seguridad encontraremos que son mayor cantidad los casos de “segundas partes” que no “fueron buenas”, que aquellos en que la segunda parte fue tan buena como la primera. Y muy de vez en cuando, cada muerte de obispo, hay casos en que las segundas partes fueron mejores que la primera.
Difícilmente vaya a integrar esta categoría el caso de Chris Bosh. Cuando LeBron James abandonó a los Cavaliers de Cleveland para ir a jugar al Heat de Miami, dijo que una de las razones del inesperado cambio era la posibilidad de estar en el mismo equipo con Bosh, a quien por entonces consideraba uno de los mejores basquetbolistas del mundo. Por un tiempo lo fue. James y Bosh, junto con Dwyane Wade, integraron un equipo que por un tiempo fue imbatible y consiguió dos campeonatos de la NBA, en 2012 y 2013.
Cuando LeBron James abandonó a los Cavaliers de Cleveland para ir a jugar al Heat de Miami, dijo que una de las razones del inesperado cambio era la posibilidad de estar en el mismo equipo con Bosh
Bosh se vio obligado a abandonar el básquetbol a los 32 años, cuando todavía le quedaban tres años de contrato con los Heat, luego de que le encontraron coágulos en las piernas y pulmones. Ha pasado bastante tiempo desde el retiro de Bosh, y como este desapareció de los reflectores por completo creímos que su adiós era definitivo, pues además del problema físico estaba la edad, la cual es inapelable a la hora de emitir sus veredictos. Sin embargo, Bosh está tramitando su regreso a la duela, de cara a la temporada que pronto dará comienzo. Viene entrenando y está a la espera que algún equipo demuestre interés en contar con sus servicios. Tiene todo en contra, menos su entusiasmo por volver a intentarlo.
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