La muerte de cinco reclusos este lunes en el Comcar, marcó un mojón en la historia carcelaria de Uruguay. El motín en el penal de Libertad ocurrido en marzo de 2002 marcó otro.
Nunca antes una cárcel de Uruguay sufrió semejantes destrozos ni tampoco un establecimiento estuvo en poder de los presos durante cuatro días. Así lo señala la historia carcelaria uruguaya de las últimas cinco décadas. Pero pese a las proporciones del hecho y la tensión generada, nadie resultó lastimado de entidad.
A partir de allí el sistema comenzó a sacudirse a menudo con motines de mayor y menor intensidad pero en su casi totalidad motivados por un nuevo ingrediente: el hacinamiento.
El escenario del pasado lunes fue muy diferente. Le tocó al Comcar, un establecimiento donde el hacinamiento es impactante y del que siempre se esperaba una rebelión en masa.
Curiosamente, el motín no fue de proporciones. Cinco internos alojados en un área especial del módulo 6 denominada boxes -donde como máximo hay 25 presos- comenzaron el incendio. El presunto reclamo tampoco era frecuente: exigían un rápido traslado al Penal de Libertad. No hubo violencia, ni rehenes.
Pero el saldo fue de cinco presos muertos atrapados entre las llamas y los gases tóxicos producto de la quema de los colchones.
Por primera vez en un motín morían cinco presos. Un hecho que quedará marcado a fuego en la historia penitenciaria uruguaya.
“Tengo muchos años en esto y ya lo he hablado con policías que han trabajado en cárceles por años. Nunca vimos algo así. Es una verdadera tragedia que quedará grabada desgraciadamente en la historia uruguaya”, señaló a Observa el Comisionado Penitenciario Alvaro Garcé.
Maria Noel Rodríguez, asesora en temas carcelarios del Ministro Jorge Bruni y con una larga experiencia en temas penitenciarios, también señaló a Observa que un hecho así, con cinco muertes en un motín, “no registra la historia carcelaria”.
Indicó que pese a la tragedia que significa perder cinco vidas, pudo ser peor. “No es consuelo pero también es cierto que se salvó la vida de otros 19”, reflexionó.
Recordó la rebelión en la cárcel La Magdalena de la provincia de Buenos Aires. En octubre de 2005 murieron 32 presos por asfixia como consecuencia de la quema de colchones.
LIBERTAD 2002
En el Penal de Libertad se registró el mayor motín que conozca la historia carcelaria uruguaya. Los 336 presos allí alojados mantuvieron el control del establecimiento durante cuatro días y tomaron como rehenes a 10 policías, quienes fueron liberados sanos y salvos.
Tres años antes (1999) el Penal también vivió un intento de motín pero fue rápidamente neutralizado y los destrozos fueron menores. Pero fue una señal.
Pero en marzo de 2002 a partir de la noche del 1º de ese mes, Mario “Marito” Soria –hoy fallecido- y Néstor Peña Otero, más conocido como el popular “Rambo”, encabezaron la revuelta reclamando mejores condiciones de reclusión y denunciando golpizas y corrupción por parte de la guardia policial.
El motín cobraba vigor y entonces el Ministerio del Interior solicitó apoyo a su par de Defensa. La presencia de militares en el predio exasperó más los ánimos de los revoltosos y se temió lo peor.
Finalmente, un grupo especial de asalto de la Policía irrumpió en el Penal y redujo a los presos. Quedó destrozado y la opción para alojar rápidamente a los internos fueron los ahora cuestionados módulos de acero. Recién a mediados de 2008 culminaron las obras de reacondicionamiento del penal tras los destrozos del año 2002. Los daños fueron estimados en US$1,3 millones.
El hecho marcó un antes y un después en la vida carcelaria uruguaya ya que el complejo carcelario fue lisa y llanamente destruido ocasionando una pérdida al Estado cercana a los US$ 1,5 millones.
Algo de razón tenían los reclusos cuando en la revuelta del año 2002 denunciaron corrupción. El director del Penal de Libertad fue procesado por “peculado”. José Sande Lima vendió en provecho propio piezas de sanitario y todo tipo de escombros que dejó el motín.
En los meses siguientes y cuando el Penal recobró la normalidad, se sucedieron varios crímenes. Detrás de ellos estaban “Rambo” y “Marito” pasando facturas a aquellos internos que no colaboraron con el motín.
Desde 2007 y en lo que va de 2009, como consecuencia del hacinamiento que padece el sistema carcelario, los motines se transformaron en moneda corriente. Sin embargo, nunca hubo muertos hasta este lunes.
No obstante en marzo de 2009 la cárcel departamental de Canelones se vivió un hecho similar. Tres reclusos estuvieron al borde de perder de la vida de no mediar la rápida intervención de los policías, quienes entraron a la celda en llamas. Pese a la intoxicación y quemaduras en todo el cuerpo, los tres peligrosos delincuentes están con vida.
LO MOTINES MÁS RELEVANTES:
JUNIO 2007. Motín de proporciones en la cárcel departamental de Cerro Largo que culmina con una decena de heridos, entre policías y presos. El establecimiento quedó destrozado. Todo comenzó cuando un interno agredió al director de la cárcel.
MAYO 2008. Casi toda la población carcelaria del establecimiento de reclusión de Rivera se amotinó. La tensión fue tremenda porque algunos internos estaban armados. Hubo intercambio de disparos pero tras cuatro horas, el motín fue dominado. Dos policías y tres internos resultaron heridos.
NOVIEMBRE 2008. Motín de proporciones en la cárcel departamental de la ciudad de Mercedes. Policías y presos resultaron heridos.
MARZO 2009. Motín en la cárcel departamental de Canelones. Tres peligrosos reclusos realizan una quema de colchones dentro de la celda. Fueron rescatados por los guardia cárceles. Dos de ellos corrieron riesgo de vida por inhalación de gases tóxicos y quemaduras de entidad. El motín fue controlado.
Abril 2009. Motín en el establecimiento penitenciario de Las Rosas (Maldonado). Un recluso resultó herido.
MAYO 2009. Motín en la Cárcel Cabildo de mujeres en Montevideo. Unas 10 mujeres fueron dominadas por la Policía.
JUNIO 2009. Motín protagonizado por 50 presos de la cárcel departamental de Rivera. No hubo heridos.
(Observa)