Martes 12 de febrero, hora 7, estadio Luis Franzini. La paz habitual del estadio violeta, solo interrumpida habitualmente por el golpe de los zapatos de los futbolistas sobre una pelota, queda saturada por el ruido de las amoladoras que descuartizan los arcos. Los herreros trabajan contrarreloj para evitar un papelón internacional para la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF). Es eso, o River Plate no podrá jugar por la Copa Sudamericana esa misma tarde, a la hora 18.15, en su estreno ante Santos de Brasil.
Conmebol había informado el 6 de febrero a la AUF que las medidas de los arcos del Franzini estaban en condiciones antirreglamentarias y que si no las regularizaban, no podrían jugar más partidos por copas internacionales.
River Plate se enteró el lunes 11 de noche sobre esta situación, explicó el presidente darsenero Willie Tucci a Referí. Reclamó a la AUF porque no había sido comunicado de la irregularidad de los arcos y desde la calle Guayabos les explicaron que la notificación fue enviada a Defensor Sporting, dueño de la cancha.
¿Cuánto medían los arcos? De acuerdo a la inspección que hizo Conmebol en ocasión de los partidos Danubio-Atlético Mineiro del 5 de febrero y Defensor Sporting-Barcelona del día siguiente, uno de los arcos medía 7,26 metros en la base y 7,29 m en la parte media y el otro 7,36 m en la base. La medida reglamentaria es 7,32 m de ancho por 2,44 m de alto.
Esos ocho centímetros de diferencia entre los dos arcos impedían a River jugar en el Franzini.
A las 10.30, después de tres horas y media de trabajo, los arcos habían recuperado su forma reglamentaria y River no debió activar el plan B, utilizar el Estadio Centenario, la cancha de alternativa que había fijado para el partido.
Hora 11. Conmebol, que estaba representada por un delegado paraguayo a quien acompañó el dirigente uruguayo Rafael Fernández como veedor de la Confederación, inspeccionó los arcos que arrojó las medidas exactas. La Confederación dio el visto bueno y todo siguió su curso normal.
En medio de la desesperación, porque se transformaba en un problema y un costo superior abrir el Estadio Centenario para jugar ante Santos, el gerente deportivo de River Plate, Leonardo Rumbo, se comunicó con su colega de Peñarol, Carlos Sánchez, para pedirle los arcos del Campeón del Siglo con el objetivo de instalarlos en el Franzini, como opción si los herreros no solucionaban a tiempo el problema.
¿Por qué los arcos del Campeón del Siglo? Los arcos del estadio de Peñarol son de aluminio y desmontables, y se retiran cada vez que cortan el césped del campo de juego, como sucede en los principales estadios del mundo.
Finalmente, River no necesitó trasladar los arcos del Campeón del Siglo.
A las 18.15 comenzó a rodar la pelota y en el campo, con los arcos con medidas reglamentarias, la pelota no entró y River-Santos igualaron 0-0.
Martes 12 de febrero, hora 20, sede de la AUF. Con dos de los tres integrantes en funciones de la Mesa ejecutiva (son cinco, Emilio Fernández y Jorge Casales renunciaron) y sin tres de los 16 clubes, se inicia el sorteo del calendario del Campeonato Uruguayo. Es el momento más importante en la AUF para la actividad local.
La mesa que organiza la competencia la encabezan Hugo Pío (Nacional) y Jorge Campomar (Peñarol). No asiste el tercer miembro, Julio Road, porque River Plate, su club, está jugando en el estreno de la Copa Sudamericana a 20 cuadras de la AUF, en el Franzini.
Lejos de las luces de otros años, sin cámaras, con escasa difusión en los medios y escondidos atrás de los partidos que están jugando en ese momento River Plate-Santos en el Franzini y Danubio ante Atlético Mineiro en Brasil, el azar empieza a dar forma el calendario. Cuando se termina de confeccionar el orden de partidos, Defensor Sporting está jugando en Guayaquil ante Barcelona.
El azar determinó el 1 Cerro Largo, 2 Danubio, 3 Boston River, 4 Plaza Colonia, 5 Racing, 6 Cerro, 7 Wanderers, 8 River Plate, 9 Liverpool, 10 Nacional, 11 Juventud, 12 Fénix, 13 Rampla Juniors, 14 Progreso, 15 Defensor Sporting y 16 Peñarol.
El sorteo del campeonato más importante de Uruguay se realizó sin tres de los 16 clubes y solamente con dos miembros de un cuerpo de cinco de la mesa de Primera.
Peñarol se llevó la Copa Uruguaya, que Campomar le entregó al delegado Gastón Tealdi.
La pregunta que se planteaban los clubes fue por qué no lo hicieron al mediodía. La decisión fue tomada por la Mesa ejecutiva.
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