Economía y Empresas > Tras el covid-19
Los dos primeros meses de la pandemia barrieron con unos 120.000 empleos
Los principales indicadores del mercado laboral de abril confirman el deterioro generado por la pandemia. La caída de la tasa de empleo se profundiza y alcanzó los menores niveles desde el año 2005. A los más de 120 mil empleos perdidos se suma la suspensión de actividades para más de 240 mil trabajadores, según las estimaciones que surgen de los datos relevados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
La tasa de empleo cayó en abril a 52,1% de la población en edad de trabajar, lo que implica un punto por debajo del registro de marzo y 3,4 puntos por debajo de febrero.
Si bien se trata de estimaciones puntuales, sujetas al error de toda encuesta, la caída del indicador de empleo durante los últimos dos meses relevados implica una pérdida de 122 mil puestos de trabajo, el grueso de los cuales es atribuible a la pandemia y las medidas de distanciamiento social que afectaron fuertemente la actividad económica.
Ese deterioro no solo se ve en el indicador de empleo. Dentro de la población ocupada, hubo un incremento en abril del número de trabajadores que se ausentaron de su puesto de trabajo.
Durante la primera semana de marzo, 5,5% de los trabajadores no asistieron a su ocupación habitual debido –entre otras cosas– a licencia, enfermedad y suspensión transitoria de la actividad. Ese porcentaje se disparó a 17,6% en la última semana de marzo y a 23,7% en el promedio de abril. Estos trabajadores esperan retornar a su actividad una vez que se normalicen las condiciones que los llevaron a suspender sus tareas.
Esto implica que si se depura ese 5,5% considerado esperable, el número de uruguayos ausentes de su empleo aumentó en 274 mil desde el estallido de la crisis sanitaria.
La buena noticia es que la última quincena mostró un retroceso de este indicador, que pasó de 27,2% en su pico de la segunda semana de abril, a 21,2% en la última semana del mes.
El relajamiento de las restricciones a la movilidad sugeridas por el gobierno a partir de la mejora de los indicadores sanitarios sobre finales de abril permitieron el retorno a sus actividades a un importante número de uruguayos y redujo la presión sobre las empresas y el sistema de seguridad social.
Teletrabajo alcanza casi el 20%
Otro indicador relevado por el INE fue el trabajo a distancia. Según el relevamiento de abril, 19,3% de los uruguayos ocupados declararon haber teletrabajado la semana previa a ser encuestados, cuando únicamente 5,3% de ellos manifiestan que trabajan desde su casa habitualmente.
La pandemia y las medidas de restricción a la movilidad cambiaron las condiciones para el trabajo y la comercialización de bienes y servicios, al tiempo que generaron incertidumbre sobre trabajadores y empleadores. Parte de esa incertidumbre se refleja en el comportamiento difícil de intuir de la tasa de desempleo, que pese al deterioro del mercado laboral, registró un segundo mes consecutivo a la baja.
En febrero, la tasa de desempleo marcó un pico de 10,5% de la población económicamente activa, mientras que en marzo –a pesar de un fuerte deterioro en el número de uruguayos ocupados– bajó a 10,1% y en abril se redujo nuevamente a 9,7%.
Ese comportamiento se debió a la naturaleza del indicador. Para el aumento de la tasa de desempleo no alcanza con que los uruguayos pierdan su empleo, es necesario además que retomen de forma activa la búsqueda de una nueva ocupación. En el contexto actual, eso último no sucede.
El número de uruguayos que busca de forma activa un nuevo puesto de trabajo se redujo en 29 mil entre febrero y abril. Según los datos del INE, de los uruguayos inactivos que indican estar disponibles para trabajar, 49,9% declaran no haber buscado un empleo debido a “la coyuntura de la pandemia”.
