Fútbol > EL ANÁLISIS
Los lujos que se puede dar el Nacional de Gutiérrez, que volvió a ganar por goleada
Nacional sabe que ganar el presente torneo Apertura es prácticamente una utopía. Luego de la victoria 3-0 de este sábado ante La Luz se mantiene a cinco puntos del líder Peñarol, cuando faltan seis por disputarse. Necesita ganar los dos encuentros que le quedan (contra Defensor Sporting y City Torque) y que Peñarol desbarranque en las últimas dos fechas (frente a Racing y Wanderers).
Pero por lo menos estiró la definición y mira el futuro con otras expectativas. Luego de un comienzo malo dirigido por el argentino Ricardo Zielinski, el humor cambió con la llegada de Álvaro Gutiérrez. Como pasó en las dos veces anteriores, en las que el entrenador supo sacar a flote el barco casi hundido y llevarlo a lo más alto: en las temporadas 2014/2015 y 2019, en las que se coronó campeón Uruguayo.
Ahora se permite ciertos lujos. Por ejemplo, encadenar tres victorias seguidas en el torneo local, algo que parece tan simple para un equipo grande, pero que no había podido conseguir en lo que va del año. Nacional le ganó 4-0 a Fénix, 1-0 a Wanderers y 3-0 a La Luz. Convirtió ocho goles y no recibió ninguno, un detalles nomás, para quienes tildan a Gutiérrez de defensivo.
Pero además, después de perder el clásico contra Peñarol (fue el segundo partido del actual DT), Nacional disputó seis partidos con los dos de Copa Libertadores y apenas empató 0-0 contra Danubio. Ahí va el Nacional de Gutiérrez, sin grandes estridencias, con la sencillez que lo caracteriza, con los jugadores que no eligió, levantando vuelo.
Contra La Luz mejoró notoriamente lo que mostró en el juego anterior frente a Wanderers, en el que ganó 1-0 con un gol en la agonía del partido de Diego Polenta. Bueno, sí, Gutiérrez también ha demostrado que suele tener suerte.
Más allá del poderío de los rivales y el equipo de Aires Puros se encuentra entre los últimos lugares, Nacional desarrolló un juego de velocidad por las bandas, contundencia en el área y seguridad defensiva.
Después de fallar dos ocasiones claras, Ignacio Ramírez marcó dos goles antes de que terminara el primer tiempo, lo que habla de la buena generación y de las cantidad de llegadas.
El técnico se dio el lujo de sacar de la oncena a Franco Fagúndez, uno de los futbolistas con mejores condiciones en ofensiva, y sentarlo tres partidos en el banco porque su rendimiento estaba en bajada. Una decisión que por lo visto le dio resultado: el 10 fue clave en el partido anterior cuando entró unos minutos y también en el de este sábado regresando a la titularidad y siendo protagonista de las mejores jugadas de ataque.
Fagúndez regresó por Gastón Pereiro, que hasta el momento había sido siempre titular. Pero salvo en jugadas aisladas, nunca llegó a meterse en el juego del equipo. Entonces, Gutiérrez lo mandó al banco frente a La Luz y entró para jugar los últimos 25 minutos.
Se dio el lujo, también, de que debutara un juvenil de 17 años: Thiago Helguera. Desde su aparición en la selección Sub 17, su nombre comenzó a cobrar notoriedad. Gutiérrez dijo que "era un jugadorazo" y que "tiene ojos en la nuca", y también Diego Polenta lo alabó, diciendo que "parece que tiene 40 años", por su forma de jugar.
Este sábado se estrenó y jugó muy bien. Se ubicó de 5, tuvo espacios para moverse porque La Luz ya se había desarmado, pero jugó de cabeza levantada y pase seguro. Recibió una falta fuerte de Aníbal Hernández, quien resultó amonestado.
El partido también se prestó para que debutara oficialmente Maximiliano Perg. Fue de los primeros refuerzos del año, pero solo había jugado en dos amistosos de verano. Luego, fue un abonado al banco de suplentes. Este sábado, entró en lugar de Polenta.
Los buenos resultados permiten que el técnico pueda rotar jugadores y darle minutos a aquellos que jugaron poco y "se lo merecen", según sus propias palabras al final del encuentro.
El próximo paso de Nacional es contra Internacional, en Porto Alegre. Otra historia, pero que ya tiene dos capítulos escritos con buena letra, con victorias frente a Metropolitanos de Venezuela e Independiente Medellín de Colombia. Y un camino recorrido de la mano del Guti que genera tranquilidad y esperanza.
