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Los toros de Kiyú promediaron US$ 3.823 con mercado selectivo
Un mercado muy selectivo presentó el remate de los toros que participaron de la 38ª prueba de comportamiento de la Central Kiyú, realizado este sábado en ese establecimiento de la Sociedad de Criadores de Hereford del Uruguay (SCHU), en el departamento de San José. En la oportunidad se comercializaron 21 de los 31 toros que integraban la oferta, obteniéndose un precio promedio de US$ 3.822,9.
Los negocios comenzaron con agilidad, en 12 cuotas, con la conducción de Escritorio Dutra Ltda, con el martillo en manos de Daniel Dutra. El primer toro en entrar a la pista fue el único astado de la oferta, se trataba del ganador del grupo uno de la prueba, criado por Elvira Romay. Dicho reproductor comenzó a venderse con una oferta de US$ 300 la cuota (US$ 3.600) y se terminó adjudicando por US$ 400 la cuota, elevando su cotización total a US$ 4.800. El comprador fue Ganadera Del Chileno.
La subasta continuó a buen ritmo. El ganador del grupo dos de la prueba y el que obtuvo la mayor ganancia de peso diaria en el período, un toro criado por Carlos Pilón (cabaña Los Piquillines), fue el cuarto en entrar a la pista y se comercializó por US$ 3.600.
El precio máximo del remate fue US$ 6.600, que la sociedad de Agustín Bascou y La Madrugada invirtieron por el toro de la caravana 30, criado por la misma cabaña La Madrugada. Cabe recordar que todos los toros que participan de la prueba tienen la obligación de salir a venta, y en el caso en que su criador quiera retenerlo debe comprarlo en la subasta, en igualdad de condiciones con los demás interesados.
En el remate del año pasado se vendieron los 31 toros de la oferta a un precio promedio que se ubicó en US$ 6.155, con un máximo de US$ 24.000. Si se compara aquel resultado con el de este año, se percibe una baja de la cotización promedio de los toros de Kiyú de 38%, vendiéndose 33,3% menos reproductores.
No cabe dudas que el resultado del remate de 2013 fue extraordinario, por eso sería bueno comparar el resultado de este sábado con el de 2012. En aquel año el precio promedio de los toros de Kiyú fue US$ 5.129, 25% superior al de 2014.
Este resultado llama la atención en un momento en el cual la ganadería se presenta como la más pujante dentro del sector agropecuario. Mientras día a día se observan caídas en las cotizaciones internacionales de los granos, la carne se vende a precios superiores a los del año pasado.
El ganado gordo también cotiza a precios más altos que los de 2013 y las diferencias entre productores e industriales por los precios parecen haber quedado atrás.
Dentro de la ganadería el sector criador es el que realiza el negocio a más largo plazo, y que necesita invertir con bastante anticipación para comprar buenos toros, entorar sus vacas y esperar el tiempo de gestación para que los terneros nazcan, crezcan y después venderlos, sin saber cuánto valdrán en ese momento.
Otros elementos que juegan a favor del sector son la reciente apertura del mercado de Estados Unidos para carne uruguaya de calidad envasada al vacío, la suba del dólar y la caída del precio de los granos, que permitirá producir más carne a un menor costo en los sistemas de corrales de engorde.
El resultado del remate de este sábado no coincide con todos estos factores que favorecen al sector. En la primera mitad de la oferta solo quedó un toro de Gonzalo Rodríguez sin venderse, pero en la segunda parte el mercado estuvo bastante más pesado. Las ofertas iniciales se ubicaban en US$ 200 la cuota (US$ 2.400 por toro), el precio mínimo exigido por la SCHU para iniciar los negocios. En otros casos no hubo ofertas iniciales y en total 10 toros se fueron de la pista sin venderse.
Al cierre de esta edición los integrantes de Escritorio Dutra hacían gestiones para colocar la oferta que que sobró y uno de los toros se comercializó por US$ 3.000.
Como queriendo dar vuelta la página al final del remate, algunos de los presentes decían que se iban rápido para ver el partido de Nacional (contra Wanderers).
