Lourdes Ferro: "Los candidatos siempre consultan a la astrología"

Dicho eso, la astróloga avisa que la energía del 2024 es proactiva. “Es como para hacer, para funcionar, para no quedarte quieto, es para pararte y andar, eso es a lo que nos va a invitar”.

¿Qué se puede esperar del año que viene, en líneas generales?

Veníamos de 2018, 2019 y 2020, donde el año calendario coincidía con los movimientos planetarios. El año pasado no sucedió eso, y este año tampoco, o sea que vamos a pasar de año calendario y Júpiter va a permanecer en el signo de Tauro. Y eso hace que el año tenga unas características especiales. También el dragón de madera en el horóscopo chino hace que las características sean especiales, ahora comienza un nuevo ciclo, estamos en ese recomenzar. Este año los elementos que van a predominar son la tierra pero también el aire, entonces todo aquello que queramos concretar tiene que ser como “soplar la tierra”: yo quiero que se concrete algo en mi vida, bueno, vamos a moverlo, sino vamos a quedar endurecidos y estancados, porque Tauro es tierra fija, Tauro quiere que esté todo en el lugar, y Géminis es aire mutable. Tenemos que poner toda la energía en mover nuestros objetivos, porque si no, no traccionamos. Es un año que está marcado por la concreción de proyectos, por el entusiasmo particular de cada uno. Eso que vos deseabas, eso que vos querías, todo lo que se te ocurrió en 2023 y no lo pudiste llevar a cabo, en 2024 es casi una obligación concretarlo.

¿Es el año de Tauro y Géminis entonces?

Es el año de Tauro, sin duda, y comienza el año de Géminis, que en 2023 no la pasó bien y tuvo que atravesar pruebas que fueron bastante complicadas. Entonces el 2024 le propone que en los primeros cuatro meses puede tener todavía algún asunto que no le sea amable, pero después agarra viento en la camiseta y va para adelante. Las pruebas de este año lo hicieron crecer mucho. Tauro, Virgo y Capricornio son los que van a estar más movilizados y Géminis, Libra y Acuario, porque Plutón entra a Acuario, y genera una revolución. Va a ser un año de muchas propuestas, mucha invención, mucha inteligencia artificial, y eso va a ser bueno para todos. Pero los que van a tener la gran transformación son Acuario, Tauro, Escorpio y Leo. Son los que van a estar más impactados. Una palabra que puede sonar fuerte, pero es para decir que el terremoto va a estar en tu casa, y la limpieza general la vas a tener que hacer en casa.

Si bien no hacés predicciones, me imagino que también te consultan porque 2024 es año electoral en Uruguay. ¿Qué podemos esperar?

A mí me da como esa cosa de lo inesperado, que también me pasó con las elecciones argentinas de este año. Hay cosas que me llaman la atención. Lo primero es cómo los candidatos siguen consultando a la astrología, así no sea directamente, sino a través de sus asesores. Pero siempre consultan, siempre. Lo otro, ya más en cuanto al panorama, es que en Uruguay también veo eso, lo inesperado dentro de lo esperado. Y cómo te decía, los candidatos más impactados son los de Tauro, Escorpio, Leo y Acuario. El pueblo uruguayo es de Virgo, entonces elegimos desde siempre desde lo muy correcto, somos poco escandalosos, vamos a lo seguro, somos muy prolijos, queremos mucho a la democracia, somos muy respetuosos. El panorama se verá cuando tengamos definidos los candidatos, pero hay algunos de los que más o menos sabemos que van a ser que están mejor favorecidos.

¿Hay políticos uruguayos que te han consultado, entonces?

Sí, sí, sobre todo en la carrera, ya cuando están en el proceso. No es que alguien porque pregunte al astrólogo va a ser menos inteligente, la astrología es estrategia pura. Son los momentos donde conviene hablar, donde no conviene hablar. Los uruguayos somos igual mucho más discretos, el argentino es mucho más directo. Confían mucho más en la astrología que los uruguayos. En Uruguay se consume más, pero se confía menos.

¿De qué ámbitos te suelen consultar?

De todos, y de muchos países. Trabajo mucho con líderes de empresas, generalmente ellos consultan mucho a los astrólogos, más de lo que la gente cree. A veces te dicen “esto es una pavada o algo de ignorantes” y vos pensás “si supieras que tal, tal y tal se rigen totalmente por la astrología, te llevarías una sorpresa”. Acá es muy tabú, pero es una herramienta fantástica para las empresas, para los movimientos económicos, para cuando hacer una inversión, hay períodos donde es casi 100% seguro que le vas a errar y otros que te va a salir bien. Pasa en otras cosas, por ejemplo, un tratamiento de fertilidad. A veces se embarcan en uno con un Saturno mal aspectado y es fracaso tras fracaso, y eso genera mucho dolor, a veces hay parejas que realmente se desmoronan. Y capaz te conviene esperar dos años y medio, y el bebé viene. Pero a veces los tiempos planetarios nos desesperan un poco.

¿Hay un miedo latente a condicionar al que te viene a consultar?

Es lo primero que les digo a los clientes, vos sos el dueño de tu destino. Esto es para ver cuál es el momento más estratégico, evaluar donde estamos parados. Mis consultas son con tres patas: tarot, astrología y psicogenealogía, y es todo para que vos evalúes cual es el momento para mandar ese mensaje, hacer la inversión, lo que sea. Pero la decisión es tuya. Yo no me hago cargo de decisiones ajenas, ni las buenas ni las malas. Cuando me dicen “le embocaste a todo”, yo digo que no porque no predigo nada. Pero es cierto que somos muy predecibles. Yo al tarot le digo el GPS, porque te marca que ruta vas a agarrar. Capaz que demorás más en llegar, pero la ruta va a ser esa y si no la seguís, no vas a llegar. Y la astrología la uso en todo personalmente, y hay momentos donde me encantaría que no fuera tan ruda, porque hay pruebas que son pesadas, como la de Saturno, que es donde te tocan las pérdidas, los desamores, la enfermedad. Pero me sirve para, por ejemplo, si veo que Saturno está pasando por mi sexta casa, que es la de la salud y el trabajo, hacerme un año antes de que eso pase un chequeo médico para controlarme y prevenir.

¿Cómo te llevas con la popularidad?

Bien. Me gusta que me reconozcan, que me saluden, que se acerquen. Tengo Luna en Cáncer, entonces soy como medio mamá gallina, me da mucho amor, respeto y agradecimiento que alguien se me acerque y me salude. No me molesta, al contrario, uno está donde lo pusieron los demás, entonces siempre soy muy agradecida. Y como te decía, en Uruguay somos muy respetuosos. Ahora en Argentina me van aceptando bien, también.

¿Cómo empezó tu vínculo con Marcelo Tinelli?

Admiro mucho a Tinelli, lo veo funcionar en la tele, veo su carrera, lo veo como padre con sus hijos, lo vi desde que empezó, es inevitable más allá que te guste o no ver su éxito, ver su dominio, y en un momento lo estaban criticando mucho, le escribí por Instagram. A los dos días mi hija me dice, “¿vos le escribiste a Tinelli? Te está contestando”. Y la verdad es que ahora hablamos casi a diario, es súper amoroso, me invitó a su programa, le gusta mi trabajo. A veces me contesta a las tres de la mañana algo que le escribí a las seis de la tarde. Eso me gratifica, ver que mi trabajo es respetado y eso genera sobre todo una caricia al alma, y una caricia al ego, por supuesto, pero los vínculos se construyen con respeto.

¿Está de moda la astrología?

Sí, las redes sociales por suerte la han democratizado y eso me parece fantástico. Las nuevas generaciones se interesan mucho, a las presentaciones de mis libros cada vez vienen más jóvenes. Antes era algo de pocos, los libros estaban escondidos. Cuando yo empecé a aprender, el libro de tarot estaba atrás y debajo de las revistas porno. Escondidísimo. Ahora entrás a TikTok y hay jovencitos re chiquitos hablando de astrología desde un lugar tan naturalizado que creo que eso lo que hace es democratizarla, desparramarla y que sea un conocimiento universal que siempre fue, porque siempre nos guiaron las estrellas. Siempre estuvo ahí.

¿Y ha cambiado la forma en la que se comunica y lo que se le pide a la astrología?

Las dos cosas. Antes concebíamos todo desde un solo lugar. Vos tenías un Saturno en tu casa séptima y era solamente que te ibas a casar con un viejo por interés. El libro decía eso. Las mujeres solo tenían la posibilidad de casarse con un viejo por plata para salvarse. Hoy Saturno en la séptima puede ser problemas de vínculos, o que elijas tener en frente a personas más poderosas, más fuertes. Marte era el hombre en la carta de la mujer, Venus era la mujer en la carta del hombre, o sea que ni pensar en vínculos homosexuales, ni los pansexuales, ni la diversidad que tenemos ahora. Era muy rígido todo, y eso ha cambiado.

Tenés el programa de televisión, los libros, cursos, hasta un crucero esotérico. ¿Qué pensás cuando ves todo eso?

Me gusta mucho trabajar. A principios de este año tuve una tendinitis, o al menos parecía eso. Me hice una placa, la doctora me mandó una resonancia, y ahí apareció una mancha grande en el húmero derecho. Febrero y marzo fueron meses sumamente difíciles para mí, y lo siguen siendo, porque esta semana me hago una biopsia. Fue un año muy difícil, donde la muerte se me acercó y me dijo “estoy acá, no te olvides de mi”. Y eso me generó una sensación de decir “voy a hacer todo lo que quiera hacer”. Yo soy super activa, me encanta hacer cosas, aprender, pero el susto me lo llevé y me pregunté ¿qué quiero hacer? Así salió la idea del crucero, porque no quiero que quede nada adentro mío que no haya hecho. Quiero arrepentirme de lo que hice, y no de lo que no hice. Si me equivoco, me equivoco. Pero lo hago. Yo me tiro.