Macri dio la sorpresa y peleará el balotaje ante Scioli

Los resultados de las elecciones presidenciales argentinas se hicieron esperar y cuando llegaron sorprendieron a todos: señalaban en primer puesto al opositor Mauricio Macri, de Cambiemos, y detrás de él a Daniel Scioli, del oficialista Frente para la Victoria.

Ninguna consultora había advertido algo como lo que se anunció pocos minutos después de la medianoche. Con el paso de las horas los números se equilibraron, hasta que con 90,23% escrutado, Scioli iba en ventaja con 36,17%. Cerca, Macri con 34,93% y Sergio Massa, de UNA, con 21,25%, que tendrá la llave para definir lo que sucederá en la segunda vuelta.

Varios puntos más abajo figuraban los demás contendientes: Nicolás del Caño (3,43%), Margarita Stolbizer (2,66%) y Adolfo Rodríguez Saa (1,82%).

En la primera ronda de los comicios nacionales se necesita más del 45%, o 40% y una diferencia de 10 puntos sobre el segundo para evitarse la ronda definitiva. Hasta ayer, la duda era si Scioli se encumbraba en primera vuelta o no. Ahora y con el sorpresivo cabeza a cabeza, ya no hay ninguna seguridad de que sea el próximo presidente del país, porque el resultado de Macri lo deja como triunfador, aunque no se refleje en los números, de la primera vuelta.

Las figuras claves, entonces, serán Massa y sus 5 millones de votantes. Anoche el tigrense reconoció la derrota y felicitó a los rivales pero no dio pistas sobre lo que hará. Los opositores desean que haya hablado en sentido literal, pues en su discurso habló de un cambio, el nombre de la alianza que encabeza Macri. "Queremos que por una vez el camino del cambio que necesitamos, lo hagamos no pensando en quien saca ventaja en el corto plazo, sino en el futuro de nuestros hijos", dijo Massa.

El discurso más eufórico fue el de Macri, el ganador del día por lo inesperado de su votación. "Tengo mucha emoción, mucha felicidad. A uno le dan ganas de agradecer. Lo que ha sucedido el día de hoy cambia la política de este país", dijo Macri. "Voy a trabajar mañana, tarde y noche, para ganarme su confianza y demostrarles que tomaron la decisión correcta", agregó el líder del Pro, que convocó a dirigentes de otras fuerzas políticas a sumarse a su proyecto a ganar en la convocatoria del 22 de noviembre.

Pero Macri no habló mucho más porque se emocionó hasta las lágrimas y prefirió retirarse rápido para retomar sus actividades hoy. Su militancia se quedó en el búnker, que se transformó en una suerte de discoteca.

La del Pro fue una victoria doble, pues su candidata a gobernadora en la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, arrasó ante el jefe de gabinete Aníbal Fernández. Ese distrito era gobernado por Scioli y es un bastión histórico del peronismo, pero el oficialista perdió con 34,7% frente al 39,7% de la mujer del Pro. El canal televisivo TN, enfrentado al gobierno, llamó a Aníbal Fernández "el padre de la derrota".

Silencio oficial

Pasadas las dos de la mañana no se podía saber el impacto de la elección en Scioli, pues no compareció en público.

El oficialista habló a las 22, con un semblante que ya hacía sospechar que los datos no le estaban siendo favorables y un discurso abierto al voto que le había sido esquivo. En ese momento anunció que volvería a encontrarse con su gente una hora más tarde, a las 23. Pero eso no sucedió ni entonces ni después.

Con el diario del lunes, sus palabras de anoche no perdieron veracidad pero igualmente quedaron vetustas. "Nuestro querido pueblo habló a través de las urnas. Este triunfo, esta nueva demostración de confianza nos convoca a todo nuestro espacio político a actuar con mucha responsabilidad y prudencia", comenzó diciendo.

Hizo promesas y reiteró que sus propuestas son lo mejor para el país. Valoró su opción por los más desfavorecidos y la desventaja que significaría para el país estar dirigidos por Macri. Y pidió que aquellos que no lo apoyaron en el pasado ahora le depositen su confianza.

En su discurso también agradeció de modo especial a la presidenta Cristina Fernández de Kircnher, que cuando acudió a votar más temprano declaró que estaba contenta porque dejó un país "absolutamente normal" donde la gente "no tiene miedo a que pase nada económicamente".

Optimismo al comienzo del día

Los cargos en juego eran varios, pues además de presidente y vice, se elegía la mitad de la Cámara de Diputados (130 bancas) y un tercio de la de Senadores, 24, así como gobernador en 11 provincias. Con los resultados disponibles anoche no se evidenciaba un cambio en la composición de las cámaras.

Cuando emitieron su voto más temprano, los protagonistas se demostraron optimistas. Scioli, deportista, hizo alusión a los Pumas, la selección de rugby que disputó también ayer la semifinal del mundial de ese deporte ante Australia. Macri destacó que veía alegría en las calles y pidió un batacazo: "Ojalá que sea un día histórico para la Argentina".

Poco antes Sergio Massa había llamado a los ciudadanos a votar porque ahora "nace una nueva Argentina".