La filial de Montevideo de la Asociación de Maestros del Uruguay (Ademu) realiza un paro de 24 horas este lunes en reclamo a la respuesta de las autoridades ante la muerte de una maestra de la escuela N° 4 Artigas el pasado jueves 25 de mayo, que entienden "debió ser diferente".
En un comunicado publicado este domingo por la noche, el gremio indicó que tras el fallecimiento de la educadora solicitaron que "se diera espacio al colectivo docente de la Escuela N°4 para procesar la pérdida y organizar el regreso a clases" este lunes, con la idea de volver a las clases este martes 30.
Sin embargo, la solicitud realizada a la Dirección General de Primaria (Dgeip) "no fue otorgada", acción que entienden que muestra una "violencia institucional" y por la que instalaron el paro de 24 horas. "Denunciamos y repudiamos una vez más el accionar autoritario y deshumanizante de la Dgeip", sentenció Ademu.
Ivana Gissell Núñez Zamit, maestra de 4° año de la escuela Artigas, falleció al mediodía del pasado jueves, horas después de desvanecerse en la puerta del centro educativo cuando los alumnos estaban ingresando para el día de clases.
Gabriela Arbeleche, directiva de la Federación Uruguaya de Magisterio (FUM), dijo a El Observador ese día que la institución, de tiempo completo, continuó con sus cursos desde las 08:30 hasta las 16:00, y agregó que la clase de la maestra fallecida también siguió su curso con un educador suplente. "En cualquier instancia que haya una situación así, en la escuela se genera un impacto, y los compañeros más. Nos preocupa lo poco humano de las autoridades", lamentó.
Tras el fallecimiento de la maestra, que daba clases para un grupo de 4° año, la escuela no tuvo clases el pasado viernes 26 por el sepelio de la funcionaria.
Alfonso Larraya, secretario general de la Asociación, dijo en declaraciones a Teledía (Canal 4) que las maestras de la escuela Artigas "están atravesando un momento muy difícil", y aseguró que les "sorprendió enormemente" el rechazo de la "jornada de reflexión" que solicitaron para este lunes.
Según Larraya, las educadoras del centro "no han tenido una instancia de reunión para planificar el duelo de los chiquilines, el duelo entre ellas". "El primer día de clases no es un día de clases normales", agregó.
Además, indicó que "las compañeras todavía no pudieron entrar a la escuela", y expresó que ellas "no dicen de no concurrir a trabajar", sino que "están gritando a viva voz que necesitan acompañamiento", para lo que entiende que "tiene que haber otros equipos que aborden la situación".
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