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Manini Ríos pidió conocer opinión de comandantes sobre cambios a la ley orgánica militar; ministro García se negó
El ministro de Defensa, Javier García, rechazó la posibilidad de que los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas se hicieran presentes en el Parlamento para dar su visión sobre el proyecto que modifica la ley Orgánica Militar que propone el gobierno. La presencia de las jerarquías castrenses había sido planteada por el senador y líder de Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos.
La situación quedó en evidencia el pasado lunes, cuando el tema se discutió en la Comisión de Defensa Nacional del Senado. “Me habían planteado si creíamos oportuno venir acompañados de los señores comandantes”, recordó García al comienzo de su intervención. El ministro agradeció la invitación, que declinó. “Este es un tema de estricta definición política, por lo que no nos pareció pertinente”, aclaró.
García sostuvo allí que su actitud está apegada estrictamente a la ley marco de Defensa Nacional. Allí, recordó, se establece que el asesor militar del ministro es el jefe del Estado Mayor de la Defensa. Ese cargo lo ocupa Rodolfo Pereyra, un general del aire que estaba presente en esos momentos. Cualquier consulta técnica referida al tema, precisó el ministro, sería respondida de ese modo.
“Fui yo quien planteó la venida de los comandantes en esta instancia”, le aclaró Manini Ríos. “Me hubiera gustado que hubieran estado presentes por ser, particularmente, los responsables de las fuerzas que directamente van a ser afectadas por esta ley”, lamentó.
Manini Ríos planteó sus dudas en algunos aspectos del proyecto. Por ejemplo, en el incremento en el tiempo de la permanencia en diferentes grados de las Fuerzas Armadas, como coronel, teniente coronel y mayor. Un incremento que va en paralelo al aumento de la edad obligatoria de retiro de 55 a 63 años.
La duda del excomandante pasaba por si el ministerio había estudiado el impacto que tendría esa reforma en cuanto a las vacantes y la movilidad jerárquica. Su temor es que ese "taponamiento" en los escalafones generaría falta de vacantes en el ascenso, entre otros percances.
“Lo digo porque eso ocurrió hace tiempo”, señaló Manini Ríos. El senador recordó que en la década de 1960 los escalafones en el Ejército estaban “totalmente taponeados”. Para solucionarlo, dijo, hubo que hacer leyes especiales. “Incluso hubo gente que se salteaba las jerarquías para regularizar su situación”, aseguró. Por ejemplo, ascendiendo de teniente a mayor. “Nada indica que, si no tomamos los debidos recaudos, eso vuelva a ocurrir”, aseguró.
No dar a nadie por perdido
Otra “decisión política” vinculada al tema pasó por la flexibilización que la nueva ley orgánica plantea a las condiciones de ingreso a las Fuerzas Armadas. El proyecto baja la exigencia a que los aspirantes cuenten con educación primaria completa. Hasta hoy se exige educación media básica, aunque se puede llegar a admitir solo la escuela si en un plazo de ocho años a partir del ingreso la persona completa el liceo.
Según el ministro, las Fuerzas Armadas tienen una serie de circunstancias positivas. Entre ellas, inculcar a los que ingresen a sus cuadros una serie de valores, como disciplina, formación y hábitos de trabajo. “Nos parece que si uno pudiera hacer que esto llegara a la mayor cantidad posible de gente, sobre todo la que está afuera de muchos círculos de formación y de posibilidades de trabajo, sería un instrumento más para agregar y para que sirva a las personas en el futuro”, indicó.
“Nos pareció que había que ir a la consideración del ingreso con primaria”, dijo García. Para justificarlo, parafraseó al presidente Luis Lacalle Pou. “No queremos dar a nadie por perdido”, señaló.
“De lo contrario, podrían quedar desamparados en un mundo que da cada vez menos posibilidades a quienes no tienen esos niveles de formación”, insistió. La idea, dijo, es brindar más posibilidades. Entre ellas, llevar adelante un cambio en materia de ciudadanía. “Cerrarles otra puerta es negativo en todo sentido”, concluyó.
