La ola de protestas y disturbios iniciados en Francia hace una semana por la muerte del adolescente de origen argelino Nahel a manos de la policía en un control vial, va cediendo. Al menos eso es lo que estima el gobierno francés al reportar sólo 16 detenciones en la noche del martes al miércoles, una cifra muy inferior a los 72 de la víspera y a los 157 de la noche precedente.
Pese a ello, el Ministerio del Interior informó que 78 vehículos fueron quemados en la vía pública, además de otros 178 incendios de mobiliario urbano provocados en las últimas 24 horas en la ola de furia desencadenada el pasado martes 27 de junio.
En un balance provisional, las autoridades galas dijeron que desde entonces ha habido 3.625 detenciones por participar en los disturbios, de las que 1.124 corresponden a menores.
Entre los detenidos, ya han sido presentados ante un magistrado 990 y 380 han ingresado en prisión tras ser juzgados por el procedimiento de comparecencia inmediata.
En cuanto a los daños materiales, junto a los varios cientos de edificios públicos quemados o deteriorados y a los miles de coches incendiados, también han sido vandalizados más de 1.000 comercios, varios cientos de bares-estancos y 400 sucursales bancarias.
"Todo eso para nada, destruir por destruir", se indignó el ministro de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, en una entrevista con el canal BFMTV en la que insistió en que esa violencia "es incalificable e injustificable".
El ministro explicó que este miércoles el Consejo de ministros tomará medidas para una rápida reconstrucción".
El martes, el presidente Emmanuel Macron dijo que se trabaja en una ley con carácter urgente para la reparación de los destrozos.
Una de las primeras medidas será la activación de un Fondo de Garantía de Víctimas para cubrir a las personas de ingresos anuales sean inferiores a los € 26.000 y cuyo seguro automotor no cubría en incendio en disturbios. Los autos incendiados suman miles.
Naciones Unidas exhortó días atrás a las autoridades a controlar el exceso policial con componentes racistas que se registra habitualmente en Francia.
Un sólo dato ilustra además el contexto social: la campaña pública de aportes a favor del policía preso por matar al joven Nahel superó el millón de euros, quintuplicando lo recaudado en la colecta a favor de la familia de la víctima.
(Con información de agencias)
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