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Más de 80 venezolanos están varados en Uruguay y esperan una respuesta del consulado
Yolanda Hernández llegó a Uruguay a mediados de diciembre para pasar sus vacaciones. Trajo solo ropa de verano, la única que tiene, porque en Venezuela las temperaturas mínimas en general no superan los 16°C.
El 22 de marzo tenía que regresar a su país. Fue al Aeropuerto de Carrasco y allí le dijeron que, a raíz de la pandemia, el vuelo había sido cancelado y que la empresa le comunicaría la nueva fecha de su viaje con escala en Panamá. Los meses pasaron y la compañía Copa Airlines reprogramó cinco veces los vuelos por el cierre de fronteras.
"Vine por tres meses y medio y ya voy casi ocho", contó Hernández, quién se está hospedando en la casa de unos amigos venezolanos que hace cuatro años viven en Uruguay.
Otros 84 venezolanos esperan regresar a su país. De ellos, unos 20 tienen pasaje de regreso y esperan que reabran las fronteras de Panamá para que las conexiones aéreas vuelvan a retomarse con cierta normalidad.
El resto, aunque están sin pasaje porque llegaron a Uruguay con intenciones de quedarse, decidieron regresar a su país por la crisis generada por la pandemia.
"Yo vine por turismo pero hay otros que tienen 80 años y llegaron para conocer a sus nietos pero no pudieron irse. O peor, vinieron para quedarse, consiguieron trabajo pero por la pandemia fueron despedidos y están viviendo en la calle o en refugios", explicó Hernández, que está en comunicación con casi todos los venezolanos en esa situación.
Hernández envió una carta al Consulado de Venezuela en Uruguay, solicitando un vuelo humanitario para que quienes están en una situación más dramática puedan regresar. Sin embargo, no obtuvo respuesta.
El Observador intentó contactarse sin éxito con el embajador Julio Chirino y con las oficinas de la embajada. El celular de emergencia está apagado.
Todos los jueves algunos miembros de este grupo que espera novedades para viajar concurren a la embajada para saber si hubo algún avance en la solicitud, pero no consiguieron agendar una entrevista.
Insostenible
Hernández ya no tiene recursos económicos para mantenerse ni ropa de abrigo para afrontar los fríos días uruguayos.
Sin embargo, hay otras personas que están en una situación peor. Según relató algunos de los que llegaron varios meses antes de la pandemia obtuvieron la cédula de identidad uruguaya y recibieron ayuda del Ministerio de Desarrollo Social con la entrega de canastas alimenticias.
Marvelis Geymonat dejó el congelador lleno de comida en su casa en Venezuela, con productos panificados y de respotería para vender. Al pasar los meses y seguir en Uruguay, le avisó a sus vecinos que se llevaran los alimentos para no desaprovecharlos.
Llegó de Venezuela junto a su esposo en febrero para visitar a la familia que vive en Uruguay. El 30 de marzo tenían previsto regresar, pero casi cuatro meses después siguen esperando por la misma razón que Hernández, hasta que Copa Airlines retome sus vuelos.
"Estamos con la ayuda de nuestros hijos pero no es fácil permanecer sin producir", se lamentó Geyomant.
Una tarde fueron a la embajada con la esperanza de encontrar una respuesta o fecha tentativa de retorno, pero estaba cerrada y tampoco lograron contactarse por teléfono.
Vuelo humanitario
En abril, luego de gestiones del excanciller Ernesto Talvi con el gobierno de Nicolás Maduro, se realizó un vuelo humanitario que permitió repatriar a 14 uruguayos que estaban varados en el país caribeño y regresaron a Caracas 52 venezolanos que estaban en Montevideo.
Tanto Hernández como Geyomant se enteraron de esta posibilidad sobre la fecha de partida, y no pudieron realizar el trámite para poder viajar.
Venezuela extendió la prohibición de vuelos comerciales por la pandemia hasta el 12 de agosto, manteniendo restricciones que comenzaron a aplicarse en marzo. Los vuelos humanitarios o de repatriación están permitidos.
