El valor del rol de la mujer en la ganadería se destacó entre los primeros resultados del proyecto “Producción ganadera climáticamente inteligente y restauración de suelos en pastizales uruguayos”, conocido como “Ganadería y Clima”, impulsado por los ministerios de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) y Ambiente.
La primera etapa, el diagnóstico y caracterización de 62 establecimientos ganaderos, terminó y los resultados muestran un 30% de participación femenina en la dirección de los predios y más de 30% en codirección con hombres.
El proyecto, que busca la mejora del sistema ganadero y la mitigación del cambio climático, es financiado por el Global Environment Facility (GEF) y tiene un enfoque de género. Una de las metas es trabajar con un mínimo de 20% de establecimientos con dirección femenina.
La primera parte del proyecto consistió en conocer cada establecimiento, entender cómo es el equipo director, cuáles son sus objetivos, recursos y principales problemas.
Santiago Dogliotti, coordinador de las actividades en territorio y docente de Facultad de Agronomía de la Universidad de la República (Udelar), comentó a El Observador que la mayoría son establecimientos familiares.
Soledad Bergos, coordinadora nacional del proyecto, indicó que el enfoque de género, además de corresponder a la búsqueda de la igualdad, se enmarca en estudios que demuestran que cuando un sistema ganadero tiene participación femenina en la toma de decisiones “hay mayor tendencia a la innovación y a incorporar cambios”.
Dogliotti añadió que la presencia de la mujer también se ve en el equipo de técnicos extensionistas, en el que siete de 11 integrantes son mujeres.
Los primeros resultados muestran que hay una tendencia a que los establecimientos dirigidos por mujeres tengan “una productividad un poco superior al resto”, sostuvo Bergos.
El proyecto cuenta con el apoyo técnico de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la implementación en territorio del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) y la Facultad de Agronomía.
Dentro de sus objetivos está la promoción del aumento sostenible de la productividad, el aumento de ingresos de los sistemas ganaderos familiares y medianos, la mitigación del cambio climático y la restauración de tierras degradadas.
Bergos explicó que se pretende demostrar que el aumento de la producción y los ingresos va de la mano de la mejora ambiental y resaltó el compromiso de los productores con ese tema.
Dogliotti detalló que el trabajo se realiza con un enfoque de “coinnovación”, basado en una relación de igual a igual entre técnicos y productores. En el marco de ese enfoque se acordarán cuáles pueden ser los cambios en los predios en busca de mejoras.
Según detalla un documento de presentación de Ganadería y Clima, el enfoque de coinnovación combina tres elementos fundamentales: un enfoque sistémico, el aprendizaje social y un monitoreo dinámico del proyecto.
Con esta forma de trabajo se busca promover la participación activa de los productores en el proceso de identificación de los problemas y en la búsqueda de alternativas de mejora. De esta manera se intenta avanzar en la participación de los productores en el "desarrollo de las innovaciones".
A continuación el informe completo con los primeros resultados del proyecto:
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