El fútbol uruguayo a veces regala esta clase de partidos. Esos que tienen minutos de un tedio gigante y otros de una adrenalina pocas veces vista.
Son escasas -muy escasas- las veces en que un equipo se pone en ventaja a los 90+2’ -y con dos hombres de menos en lo que era un resultado resonante por lo que había mostrado- y termina perdiendo.
Sí, así le sucedió a Peñarol, al que le anotaron dos goles luego de ese minuto, cuando su hinchada festejaba una victoria.
Hubo distintos tópicos que incidieron en esto: primero y principal, el gran juego de La Luz durante todo el encuentro, no solo sobre el final. Mérito de los jugadores, pero también del técnico Ignacio Pallas.
Porque la gente va a ver a Sebastián Rodríguez y a Matías Arezo, pero seguramente no toma en cuenta lo que puede hacer -e hizo- Nicolás Royón o la pegada de Matías De los Santos, el mismo gurí que Peñarol no quiso más.
En esta noche de vértigo de Maldonado, no se pueden soslayar dos errores del árbitro Javier Feres, los que también influyeron en el resultado.
Primero, por un penal que pitó y revisó en el VAR. Hernán Menosse movió el brazo en una situación riesgosa, se dio un impacto, pero no fue para pitar un penal.
El otro error fue haberlo expulsado al zaguero por esa acción.
Luego de las ponderaciones y actitudes que tuvo La Luz y los errores de Feres, hay que escribir de Peñarol.
¿Qué pasa con Peñarol? Sigue sin encontrarse en la cancha. Perdió cinco de los últimos seis puntos por el Uruguayo y una vez más, comienza mal en un torneo que le fue esquivo en sus primeras cinco presentaciones como el Intermedio.
Peñarol nunca estuvo a la altura del partido ni siquiera cuando estaban 11 contra 11, por eso no es excusa escudarse en el doble error del árbitro.
Futbolísticamente, el equipo de Alfredo Arias sigue deambulando en la cancha. Tiene a un líder como Sebastián Rodríguez, y el resto, no aparece.
La Luz lo presionó arriba y se lo llevó por delante durante todo el primer tiempo. También le ganó la pulseada física en una cancha pesada.
Si Peñarol hubiera ganado con ese penal que anotó Sebastián Rodríguez a los 90+2, ¡sí, está leyendo bien, 90+2!, todo el mundo hubiera dicho que “Peñarol ganó a lo Peñarol”. Incluso, quizás, este periodista.
Pero este Peñarol se puede decir que perdió a lo Peñarol. A lo que viene demostrando encuentro tras encuentro, es decir, nada. En los minutos de adición que quedaban, le anotaron dos goles más. Y perdió. La Luz sacó un rédito tremendo de un esfuerzo muy grande que hizo siendo casi siempre más que su rival.
¿Dónde están los circuitos futbolísticos? ¿Dónde está el trabajo que se realiza en Los Aromos? Pasaron semanas para afiatar al equipo, y sin embargo, se vio al mismo conjunto que dio lástima en la Copa Sudamericana.
¿Dónde está el alma de Peñarol? Seguramente, la están buscando. ¿Dónde están las individualidades? ¿Dónde está el Léo Coelho que se comía la cancha el año pasado por lo que fue electo el mejor zaguero del fútbol uruguayo? ¿Por qué no le llega una pelota bien jugada a Matías Arezo? ¿Por qué los volantes externos no meten un pase bien dado? Ni Kevin Méndez, ni Nicolás Rossi están a la altura.
Se vieron horrores defensivos sobre el final, más allá de la diferencia numérica, porque La Luz lo metió contra su arco con un ímpetu tremendo. Ese fue el gran mérito del equipo triunfador.
Por todas esas cosas perdió Peñarol. Por todas esas cosas ganó La Luz un partido emocionante al final.
Peñarol sale sacudido de esto. Está en un momento delicado del año por una pésima Sudamericana y por los puntos que ha perdido últimamente.
En algún momento deberá aparecer la autocrítica, el análisis futbolístico a fondo, más allá de los errores del árbitro. Si los dirigentes aurinegros se enfrascan, como de costumbre, en los errores del árbitro -que los hubo y fueron gruesos, como se escribió- cometerán un error tremendo.
Si le echan solo la culpa al árbitro y no se dan cuenta de lo poco que dieron los jugadores de Peñarol, salvo Sebastián Rodríguez, lo escaso del juego, sin proyección ni profundidad ofensiva, será un error insalvable. Ponerse una venda gigante en los ojos, porque este es un equipo que tiene anemia de fútbol.
¿Qué consecuencias puede tener en la Tabla Anual en este nuevo mal inicio del Intermedio de Peñarol? Este sábado, Nacional tiene la chance de acortar más aún la diferencia en la Tabla Anual. Y ahí puede comenzar una nueva historia.
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