Una situación insólita se dio este sábado en plena Bundesliga de Alemania.
Bayern Múnich, sin su principal figura ofensiva, el polaco Robert Lewandowski lesionado y que tiene una recuperación de aproximadamente un mes, goleaba cómodamente de visitante a Hoffenheim 6-0 cuando los barras bávaros desplegaron una pancarta ofensiva hacia el presidente de este equipo, Dietmar Hopp.
Hopp se encontraba en ese momento al lado del CEO de Bayern Múnich, el legendario Karl-Heinz Rummenigge, quien enseguida se solidarizó con él.
Mientras tanto, los jugadores de Bayern Múnich fueron en malón hacia su propia hinchada para que sacara esa pancarta ofensiva.
También su técnico, Hansi Flick, corrió hacia allí para que se terminara de una vez con ese tema y se pudiera continuar el encuentro.
Faltaban todavía 15 minutos por jugar y el árbitro hizo señas como que iba a suspender el encuentro.
Sin embargo, los futbolistas de ambos clubes dialogaron con él.
Al ver que el partido estaba más que liquidado, acordaron "jugar" los últimos 15 minutos como si estuvieran en plena huelga.
¿Qué hicieron? Comenzaron a pasarse el balón entre ellos en clara señal hacia los violentos y esa pancarta ofensiva. Y así terminó el partido.
Luego del mismo y en plena lluvia, Rummenigge bajó al campo de juego visitante con el presidente rival, Hopp, y entre todo el plantel de Bayern Múnich lo aplaudieron.
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