Polideportivo > MUNDIAL DE BUDAPEST

Mireia Belmonte, la pequeña valiente

Amaneció enferma en el hotel, pero un rato después, la española se colgó su primera medalla de oro
Tiempo de lectura: -'
28 de julio de 2017 a las 08:54

Luis Eduardo Inzaurralde
Enviado a Budapest, Hungría

Ya habían pasado 20 minutos del momento que tocó primero la pared de la piscina, cuando todavía estaba en la zona mixta respondiendo preguntas y expresando, con indisimulable emoción, la alegría que vivía tras conseguir su primera medalla de oro en los mundiales de natación, justo un año después de su primera dorada en los Juegos Olímpicos de Río 2016, también en 200 metros mariposa.

Para Mireia Belmonte, una de las nadadoras más grandes de la historia de España, no era un día más. Era ese que había soñado y que esperó desde que siendo muy pequeña se lanzó por primera vez a la piscina. Sin embargo, el histórico jueves 27 de julio no amaneció como lo hubiera imaginado.

"Me quería quedar en la cama. Pero sabía que tenía la oportunidad de estar en la final del mundial, algo que no todos pueden hacer, así que dije: 'Voy a tirarme y hacer lo mejor que pueda, y que sea lo que Dios quiera'", explicaba en la séptima ronda con los medios, que en este caso correspondía a los diarios y portales de internet de todo el mundo, incluido Referí.

Para que no quedaran dudas, reafirmó la preocupación que había vivido en las horas previas: "Me levanté muy enferma, me dolía mucho la garganta y la cabeza, y pensaba: 'No sé cómo voy a competir por la tarde'. Me propuse descansar y me recuperé un poco".

Descansó hasta la tarde y llegó a la piscina para el calentamiento, en donde sabía lo que le esperaba. Una de las mejores oportunidades para trepar a lo más alto del podio.

Exactamente a las 18.34 (13.34 de Uruguay), en el andarivel tres del Duna Arena, porque en las semifinales del miércoles no corrió fuerte, estableció el tercer tiempo y quedó fuera del 4 y 5 –reservado para las más rápidas-, se lanzó al agua con los sueños reforzados y un cuerpo que sufría dolores.

El miércoles había sido un día raro, reconocería luego. Incubando ese estado gripal, no era la Mireia de siempre. Incluso confesó que estuvo nerviosa, una sensación extraña para una competidora de su clase y recorrido internacional. "Nadaba y no me cansaba, llegaba a la pared, y era como un siga, pero no podía ir más rápido. Fue una sensación rara. No me encontraba, todo lo contrario a lo que finalmente sucedería hoy (ayer)", explicaba. Por esa razón, en la planificación de la estrategia de carrera había un solo objetivo. "El plan era pasar más valiente y más fuerte que ayer (miércoles) de mañana y de tarde, y lo conseguí. No sé cómo fue la prueba, porque no sabía en qué posición iba porque Hosszu estaba muy lejos y a la que veía era a la alemana que estaba al lado. Me guié por las referencias que tenía".

Belmonte hizo su carrera, sin importar más nada. Se concentró en su tarea, incluso cuando el estadio se vino abajo en aliento a la local Katinka Hosszu. "¿Cómo es competir en un estadio que parece una cancha de fútbol? Estoy acostumbrada después de los Juegos Olímpicos", puntualizaba. "El punto de quiebre en el apoyo de la tribuna fue el Mundial en casa (Barcelona 2013), porque allí se sentía calor y la presión. Aquí la piscina es espectacular y es especial competir en un ambiente de mundial u olimpíada. No rompe la concentración, porque ya me acostumbré a saber lo que puede hacer: que la gente grite, no puede hacer nada".

Pese a sus expresiones, la concentración que logra y que nada puede hacer el griterío de la tribuna, más allá de lo que sufrió hace cuatro años de local, largó mal. Muy mal. Sexta en los primeros 50 metros. En la segunda piscina quedó segunda, detrás de Hosszu y un griterío infernal, y cuando empezaba a rematarla, en los últimos 100 metros, la española de unos ojos celestes enormes que se confunden con el agua y de apenas 170 centímetros, estaba ubicada como para rematar la prueba. Los últimos 100 fueron la mejor expresión de su esfuerzo, para llevarse su primer oro mundialista. "Los últimos 25 me costaron. Siempre lo bonito de mis pruebas es que son ajustadas y sufro hasta el final", subrayó, mientras su voz no disimulaba el impacto de la emoción por el triunfo conquistado.

LA FICHA

Fecha de nacimiento

10 de noviembre de 1990.

Lugar: Badalona, España

Altura: 1,70 m

Peso: 59 k

Palmarés

Medallas olímpicas

* Oro 200 m mariposa 2016

* Plata 200 m mariposa 2012

* Plata 800 m libre 2012

* Bronce 400 m combinado 2016

Medallas mundiales

* Oro 200 m mariposa 2017

* Plata 200 m mariposa 2013

* Plata 400 m combinado 2013

* Plata 1.500 m libre 2017

* Bronce 200 m combinado 2013

Remersaro, la mejor

Santiago Saint-Upery cerró ayer su participación en el Mundial con un buen registro en 200 m pecho: 2.26.35, que le sirvió como preparación para el Mundial Juvenil de agosto, en tanto Inés Remersaro se estrenó en 100 m libre con su segundo mejor registro histórico después de los Juegos Olímpicos de Río 2016: 58.27. El miércoles, Enzo Martínez había registrado 51.39 en 100 m libre y esta madrugada corría los 50 m libre.

Comentarios

Registrate gratis y seguí navegando.

¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 345 / mes

Elegí tu plan

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Te quedan 3 notas gratuitas.

Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 345 / mes

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Elegí tu plan y accedé sin límites.

Ver planes

Contenido exclusivo de

Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

Cargando...