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Mono tití suelto: ¿por qué cuesta tanto capturar al animal?
Las peripecias del mono tití que apareció suelto en las calles de Montevideo siguen asombrando, pero también costando tiempo y trabajo al Ministerio de Ambiente que todavía no consigue atraparlo.
El monito, que fue apodado Chiribín por los vecinos del ex Mercado Modelo, donde estuvo varios días en la copa de un árbol, dejó ese lugar y volvió a trasladarse por Montevideo.
En el último sitio donde se lo vio fue cerca del Antel Arena, pero para el personal de Ambiente no es fácil atraparlo. ¿Por qué? Porque entre que los vecinos avisan y los funcionarios de la cartera acuden al lugar, el mono se mueve o se esconde.
"Es difícil porque esto es una ciudad, no un campo. Nos avisan que está en tal esquina, vamos y tenemos que revisar una cuadra entera. ¿Y en una cuadra, cuántos techos, agujeros y recovecos hay para que se pueda meter?", aseguró la encargada del área de Fauna del ministerio, Carmen Leizagoyen a El Observador.
Además las características del mono lleva a que sea difícil de encontrarlo. "En una ardilla capaz que le podes ver la cola. Acá no. Y además es muy chiquito. Es casi del tamaño de una rata", agregó.
Es por eso que, tal como pasó en la zona del Mercado Modelo, esperan que alguien les avise que el mono se estableció en un lugar y dejó de trasladarse. Ahí aplicarían el mismo procedimiento para atraparlo. Luego de que lo haga, la idea es volver a intentar capturarlo y llevarlo al Bioparque de Durazno.
El ministerio había puesto varias trampas con comida en el fondo de una casa del Mercado Modelo para atraer al animal. La comida iba a funcionar como señuelo para atraerlo, pero todavía el operativo no ha sido exitoso.
Pero este miércoles vieron que en la jaula había restos de materia fecal y que el mono ya no estaba en la copa del árbol donde había sido avistado.
En Ambiente sospechan que el mono entró a la jaula para no agarró la comida que activaba la trampa y le cerraba la jaula. "No queremos decir exactamente dónde está porque la gente viene a sacarse fotos y lo puede asustar", indicó Leizagoyen a El Observador.
