Cuarenta y dos muertos. Esa era la cifra que hasta este miércoles por la mañana reportaba la agencia AFP, a casi dos semanas de que las protestas estallaran contra el gobierno de Iván Duque en Colombia.
Treinta y siete años. Esa era la edad del joven universitario Lucas Villa, quien murió este martes, pero dejó una huella de movilizaciones que se enmarcaron en su rostro.
Profesor de yoga, estudiante de ciencias del deporte, animador y activista, Villa era un protestante que salía a la calle sin excusas para manifestarse contra la reforma tributaria, recientemente presentada por el Ejecutivo. Lo había hecho a la par que animaba, realizaba trabajos pedagógicos y le explicaba a quienes se acercaban los motivos de la manifestación. Pero este martes su cuerpo no resistió y se sumó al registro de muertos a causa de las manifestaciones.
En una de las jornadas de protesta, el joven se acercó a un policía encargado de disolver la aglomeración. Con una sonrisa y un tono amistoso se dirigió a él y fue fotografiado mientras le daba la mano. Enseguida su nombre se dio a conocer y ganó popularidad en las redes sociales.
Villa sentía que al movilizarse podía defender sus derechos, revelarse, y esa era la forma que encontraba para incentivar a que otros también lo hicieran. Animaba a sus amigos, algo más tímidos, y lideraba sin culpa cada salida. Eso sí: también estaba alerta del presunto abuso en el accionar policial que, en algunas ocasiones, había irrumpido con fuego los disturbios.
"Ahorita en Colombia solo el hecho de ser joven y estar en la calle es arriesgar la vida. Todos podemos morir acá, pero cómo uno va a dejar a su pueblo (tirado)", le dijo el joven a un amigo suyo un día antes de salir a marchar, según recogió la BBC.
A la mañana siguiente, con el estallido en auge, miles y miles de protestantes se reunieron para protagonizar nuevas protestas sobre las calles. Y ese mismo 5 de mayo, durante una de las concentraciones sobre el viaducto de la ciudad Pereira, Villa recibió ocho balazos y fue trasladado de inmediato a una unidad de cuidados intensivos en el hospital de San Jorge.
Tenía un estado neurológico grave. A diferencia de su amigo, él sí se había quedado hasta la noche en la movilización y fue allí cuando recibió el impacto de bala.
La agresión quedó registrada en video. Mientras se escuchaban tiroteos, Villa se acercó a una camioneta y luego apareció tendido en el suelo. Testigos aseguran que los disparos se produjeron desde un vehículo. Además de él, otros dos manifestantes terminaron heridos en el lugar, según reportó la policía.
Este martes, se dio a conocer su muerte. Desde su círculo comentaron a BBC que era un joven pacífico, que rara vez tenía problemas con la policía cuando asistía a marchas. "Estamos 100% seguros de que el ataque fue perfilado y planificado", comentó uno de sus amigos.
El presidente Duque lamentó su fallecimiento a las pocas horas. "Repito lo que conversé con Mauricio, su padre, que sea esta la oportunidad para unirnos y manifestar nuestro rechazo a la violencia. A los responsables todo el peso de la ley", escribió en Twitter.
Un día antes de ser baleado, consciente del riesgo que suponía protestar contra el gobierno, Villa le había insistido a su amigo en salir a marchar a toda costa. "¿Cómo no salir a marchar, a protestar mañana 5 de mayo? Toca asumir y si toca irse, toca irse. Toca enfrentar eso. Ojalá el espíritu nos guíe y nos cuide para crear un mundo nuevo", le dijo. Y le tocó irse antes de tiempo.
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