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Negativa a exonerar a El gusto es nuestro provocó su cancelación
El productor del show de Serrat, Ana Belén, Víctor Manuel y Miguel Ríos había pedido no pagar IVA
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08 de septiembre de 2017 a las 05:00
El espectáculo del dream team musical español en Montevideo fue cancelado el miércoles porque la empresa encargada de traer el show no obtuvo una exoneración impositiva necesaria para que le cerraran los números, dijo a El Observador su responsable, Atín Martínez, director de AM Producciones.
La organización había dicho en un comunicado el miércoles que la decisión fue obligada por "razones ajenas a la producción y los artistas".
La última vez que Joan Manuel Serrat, Ana Belén, Miguel Ríos y Víctor Manuel cantaron en Montevideo fue en 1997 en el Estadio Centenario, en el marco de una exitosa gira por su primer disco juntos.
Martínez, quien posibilitó en el pasado grandes shows como el de los Rolling Stones en el Centenario y más recientemente Amaluna del Cirque du Soleil, dijo a El Observador que le resultaba menos riesgoso agregar una función de El gusto es nuestro en el Luna Park de Buenos Aires, donde también está a cargo de la producción, que montar el show en Montevideo.
Así como hizo para los Rolling Stones y para Amaluna, AM Producciones presentó una solicitud ante el Ministerio de Turismo para lograr la declaración de interés nacional y así conseguir una exoneración en el IVA que grava el cache de los artistas. Pero esta vez, el gobierno no encontró que el espectáculo ameritara ese beneficio.
"No nos dan los números si no nos sacan el IVA. No tienen por qué sacarlo. No tienen que sacarle el IVA a todo el mundo todo lo que presenten. No pasa por ahí", afirmó Martínez. "Entonces, cuando hay número caros con todo muy ajustado, si podés, lo hacés en Buenos Aires", agregó.
El ministro de Turismo interino, Benjamín Liberoff, dijo a El Observador que el caso concreto de El Gusto es nuestro no cayó en sus manos pero que el criterio general es que se beneficia con la exoneración a espectáculos que llegan por primera vez a Uruguay o que muestren potencial de que visitantes extranjeros lleguen al país.
"Es un negocio de privados que no siempre cumple con los requisitos básicos", dijo Liberoff, y puso como ejemplo los conciertos anteriores de Joaquín Sabina o de Joan Manuel Serrat, que no contaron con el beneficio porque ya vinieron al país varias veces. En cambio, la fiesta Creamfields o el concierto de los Rolling Stones sí obtuvieron la exoneración impositiva.
El 4 de agosto pasado, AM Producciones anunció que El gusto es nuestro llegaría a Montevideo en el marco de su gira 20 años. El evento estaba previsto para el 10 y 11 de octubre. En principio iban a ser dos shows, pero luego pasaron a uno. Las entradas, que iban a empezar a comercializarse el lunes pasado, nunca salieron a la venta, y finalmente dos días después se suspendió la presentación en Uruguay.
La productora del espectáculo que reúne a las máximas estrellas españolas 20 años después, sumó una cuarta función en el Luna Park de Buenos Aires, además de otras dos que hará en Rosario y una en Cordoba.
Además, el productor relató que hay elementos de infraestructura que se tienen que importar temporalmente porque acá no hay, lo que encarece la producción. Y además resaltó que el esponsoreo en Uruguay es más acotado que en otros países de la región y hace que el empate o las ganancias al término del evento dependan mucho de la venta de entradas.
"El mercado uruguayo no soporta los grandes shows. Son muy riesgosos, hay muchas variables que si te fallan te dan vuelta como una media", dijo Martínez. "Hoy por hoy estamos trabajando con las autoridades competentes para que sea un mercado para este tipo de espectáculos", concluyó.
Otros impuestos
Los organizadores de grandes eventos no solo deben pagar el IVA sobre la ganancia del artista sino que dependiendo del departamento donde se monte el espectáculo existe un impuesto sobre la venta de entradas a espectáculos públicos. En el caso de Montevideo, algunos shows solicitan exoneración de una parte de ese impuesto a cambio de contrapartidas como entradas para personas de bajos recursos u obras de infraestructura que benefician espacios públicos de la ciudad.
