Negligente proyecto de despojo

La actitud de los dos últimos gobiernos del Frente Amplio en el tema de las cooperativas es un despojo a los contribuyentes y muestra de negligencia administrativa. Bajo la presidencia de José Mujica fue la creación del Fondo de Desarrollo (Fondes), que despilfarró decenas de millones de dólares en créditos del Banco República, ignorando recomendaciones adversas de sus propios técnicos. Y ahora el gobierno del presidente Tabaré Vázquez elucubra un proyecto de ley que no solo discrimina contra el resto de la estructura productiva. Cae además en el absurdo de fomentar la ineficiencia al asegurarles a las cooperativas que sobreviven, así como a otras futuras, compras estatales a mayor precio y sin requisito o garantía de calidad.

Es posible que queden algunas personas que todavía creen que el malgasto de fondos públicos no los afecta porque los paga el Estado. Quienes viven en ese limbo soslayan que el Estado no es una fuente milagrosa de recursos de origen ignoto sino que se nutre de los impuestos, directos e indirectos, que paga la totalidad de la población. Esto significa que cada peso o dólar que un gobierno gasta, ya sea bien o mal, sale del bolsillo de los contribuyentes. Tanto el antiguo Fondes como el actual proyecto en danza conllevan el error inexcusable de la administración de turno de favorecer a un pequeño grupo en detrimento de la casi totalidad de los uruguayos, así como de ignorar normas elementales de gestión competente y su obligación prioritaria de proteger el interés general.

El proyecto establece que el 30% de todas las compras del Estado se adjudicarán a las cooperativas, tolerándose además un sobreprecio de hasta el 20% por encima de las ofertas de otros proveedores. A la notoria injusticia de un dadivoso bien a unos pocos en perjuicio del bienestar de todos los demás, se agrega el aliento a la ineficiencia. Invita a que una cooperativa descuide la calidad de su producción al saber que cuenta con un mercado seguro y a precios superiores a los que otros ofrezcan. El proyecto es además especialmente oneroso en momentos en que el gobierno enfrenta la urgencia de mejorar las cuentas públicas y que, como ha admitido el ministro de Economía, Danilo Astori, la capacidad contributiva de las empresas y de las familias ha llegado a un nivel límite que no puede subir más.

El Fondes fue concebido por Mujica con el objetivo loable de defender puestos de trabajo, poniendo en mano de sus trabajadores la gestión de empresas que habían quebrado. Se concedieron créditos por cerca de US$70 millones, muchas veces contrariando la conclusión de técnicos oficiales sobre cooperativas que eran económicamente inviables. El resultado previsible fue que la mayoría de las casi 30 financiadas en el período Mujica han cerrado u andan a los tumbos, sin poder pagar las cuotas por los préstamos recibidos del BROU. La administración Vázquez reformó sensatamente al Fondes para detener el drenaje inútil de fondos fiscales. Pero ahora está en vías de caer en un desastre aún mayor. Si lleva adelante el proyecto de comprar productos de calidad insegura y a precios superiores a los de mercado, solo sirve a una ideología de estatismo socialista al costo de violar la libertad de comercio y las reglas más elementales de buena administración, con cargo a las condiciones de vida en todo el país.