Nicolás Chiesa

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Nicolás Chiesa: “El consumidor compra barato cuando la granja produce bien”

El director General de la Granja del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca sostuvo: "Debemos continuar promoviendo acciones para que cada rubro pueda mejorar su economía, su rentabilidad"
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31 de diciembre de 2022 a las 07:00

Nicolás Chiesa, sobre cómo evalúa su gestión, dijo estar “tranquilo”, pero “nunca satisfecho”, porque “siempre voy a querer hacer más por el sector de la granja”. En diálogo con El Observador, en la sede del MGAP, consideró: “Analizando gestiones anteriores de la Dirección General de la Granja (Digegra), estoy convencido de que hemos tenido una impronta distinta,  generando cambios que quedarán. Nos quedan dos años de gobierno y hay que acelerar, ya tenemos en la mira la última Rendición de Cuentas”.

¿Qué balance hace sobre 2022?

La granja es un sector muy complejo, variado y que viene atravesando problemas estructurales de rentabilidad y sostenibilidad.

El trabajo ha sido muy intenso y demandante. Somos una dirección pequeña dentro del MGAP, de unos 40 funcionarios concentrados en la zona granjera tradicional y la intención ha sido, desde que asumimos esta responsabilidad, generar cambios estructurales, por ejemplo en instrumentar mejoras en los procesos de gestión de los planes de negocios, los procesos de diferenciación y certificación de la producción, en promover sistemas productivos sostenibles, impulsando nuevas herramientas para los manejos de plagas, en especial en horticultura.

La dirección promueve estar siempre vinculándonos con los productores para captar de primera mano la demanda, hay que saber escuchar, acercando los equipos técnicos de la Digegra a las organizaciones de productores en todo el territorio nacional. Hay varios ejemplos de esa actitud de generar cosas que queden, de salir de la lógica asistencialista, buscando que el productor mejore definitivamente.

¿Por ejemplo?

Nos queda dejar armados los procesos de certificaciones, tanto de producción integrada como orgánica y avanzar en la certificación de las buenas prácticas agrícolas para el sector hortifrutícola, con normas aprobadas para otros cultivos, por ejemplo frutales de carozo, cebolla, tomate, morrón y cultivos de hoja, entre otras, aplicándose activamente. Ya se entregaron los primeros certificados a los productores y eso ya es algo tangible.

¿Algo que sienta es un debe o algo en lo que generar más?

Debemos continuar promoviendo acciones para que cada rubro pueda mejorar su economía, su rentabilidad.

Un aspecto a destacar es que se vienen generando cambios a nivel de las gremiales de la granja, fundamentalmente la renovación en las mismas, eso traerá ideas nuevas para una granja más moderna y sostenible. A veces cuesta dar el lugar, ahora en la Confederación Granjera del Uruguay (CGU) hay gente joven, mujeres con mucho empuje. Insisto, debemos ayudar todos a salir de la lógica asistencialista para ir a una en la que los productores dependan de sus ingresos genuinos y sean sustentables.

¿Cómo analiza a cada rubro?

En la apicultura estos  últimos años estuvimos muy bien con la realidad mundial, producimos bien, exportamos bien, teniendo actualmente algunos problemas coyunturales de colocación que esperemos en los próximos meses mejoren. En la horticultura hay un gran valor con relación a la soberanía alimentaria, por eso la defendemos tanto, conocemos su importancia de nuestra producción y las góndolas, ferias y puestos de barrios siempre estuvieron bien abastecidas de frutas y verduras, en calidad y cantidad, eso fue un diferencial enorme cuando nos pegó fuerte la pandemia.

En los peores momentos del covid la granja estuvo al firme, nunca se detuvo, nunca faltaron los productos de la granja en las mesas de los uruguayos. Desde la dirección y en conjunto con la Junta Nacional de la Granja (Junagra) estamos analizando acciones para evitar la reducción en el número de granjeros, trabajar en aquellos temas que promuevan el consumo de productos de la granja, mantener la plaza local bien abastecida y en aquellos rubros con potencial de exportación o industrialización apoyar para diversificar las opciones comerciales.

¿Y la válvula de importar?

En momentos puntuales, cuando la granja por algún factor, por ejemplo climático, no produce todo lo que el consumo interno demanda se recurre a la importación, para cuidar el precio al consumidor. En todos los casos, y es un dato histórico, dato mata relato, el consumidor uruguayo compra barato cuando la granja nacional produce bien y con abundante oferta, nunca cuando depende de productos importado.

¿Qué se ha hecho con relación a los animales de granja?

Estamos trabajando mucho con la Dirección de Desarrollo Rural (DGDR) para la reglamentación de la ley de faena artesanal predial, comprometidos con los productores familiares. Está el desafío de la carne aviar, sector fundamental, al que siempre le dimos importancia, por ejemplo en la última Rendición de Cuentas con la incorporación de los fasoneros a la Junagra.

Hay que seguir trabajando en un sector donde el crecimiento pasa por la exportación, el avance interno de consumo de carne de pollo seguirá creciendo, pero lento. Hay que mirar a mercados como China, Arabia Saudita y otros que traccionen.

Sobre la nebulosa del tema de la importación de cortes, lo que digo es que la avicultura es un niño aprendiendo a caminar, ya va a andar sola y bien cuando esos mercados traccionen, pero hoy no podemos soltar la mano. Hay que ir paso a paso, claro que hay ruidos, diferencias, pero lo que nos preocupa es cuidar al productor y al consumidor, por igual.

Volviendo a frutas y verduras, ¿alguna otra inquietud?

Estamos trabajando mucho en la inocuidad, en la reducción de uso de agroquímicos en la cadena y en uso seguro de los mismos a través de cursos de capacitación con más de 700 carné de aplicador granjero entregados, eso da mucho trabajo y nos tiene muy involucrados.

Todo eso tiene un gran valor, pero la gente mira los precios.

Sí. Sobre eso hubo momentos en los que por temas climáticos el tomate se fue a $ 200 el kilo, pero hoy está en $ 30. A veces en la prensa sale que de la inflación la culpa la tienen las frutas y verduras, pero esto lo hablamos mucho con el ministro (Fernando Mattos), no es lo mismo medir el precio en las grandes superficies que en la Unidad Agroalimentaria Metropolitana (UAM), a nivel mayorista. Hay que analizar ciertos costos en la cadena que perjudican al consumidor, hay que acercar al consumidor con los productores, por eso le damos tanto valor a las ferias, mercados de cercanía y compras directas a los productores. Relacionado con esto, otro trabajo que nos ocupa es lo que hay que hacer con el desperdicio de alimentos, trabajamos mucho con el Ministerio de Ambiente, porque Uruguay no puede darse el lujo de tirar un kilo de nada y menos de productos de la granja.

¿Qué lo tiene más conforme?

Que vamos cambiando en algo fundamental, porque muchas veces estuve como usuario de la Digegra por mi accionar gremial y la sensación era de que los productores estaban al servicio de los funcionarios del MGAP, y hoy está pasando al revés, hay empatía con el productor, el funcionario debe estar al servicio del productor y eso lo estamos apalancando mucho, seguramente si le preguntan a las organizaciones de productores, podrán reconocer que el equipo de Digegra está mucho más cerca de la producción.

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