No hay dudas que el Ejército mató al capitán Gutiérrez en 1974, dice el fiscal Perciballe

Esa madrugada una partida militar pretendió capturar sin éxito al tupamaro Washington Barrios. El procedimiento dejó, en cambio, cinco personas muertas: las jóvenes integrantes del MLN Diana Maidanik, Sylvia Reyes y Laura Raggio, el policía Márquez y el capitán Gutiérrez, quien falleció luego de varios días de agonía a raíz de las heridas sufridas.

Recientemente el excomandante en jefe del Ejército, teniente general retirado Juan Rebollo, fue procesado por la jueza Isaura Tórtora por su responsabilidad en la muerte de las tres muchachas. Rebollo era entonces jefe de Artillería Antiaérea 1, una de las dos unidades que llevaron adelante el procedimiento. Su defensa sostiene que esa noche hubo un enfrentamiento con las jóvenes militantes del MLN, algo que también han manifestado varios legisladores del partido Cabildo Abierto.

El senador Guillermo Domenech, por ejemplo, dijo a la prensa que existió un “combate” y que las tres jóvenes abatidas “estaban muy preparadas para las acciones de carácter bélico” y “respondieron con granadas y tiros de un arma de alto poder de fuego, a tal extremo que llegaron a herir de muerte a un efectivo, el capitán Gutiérrez”.

Según lo estampado en las actuaciones de la justicia militar Gutiérrez murió herido por disparos de ametralladora. Una autopsia histórica hecha durante las actuales actuaciones judiciales, confiada al Departamento de Medicina Legal de la Facultad de Medicina, también concluyó que Gutiérrez fue impactado por balas de ametralladora u otra arma automática o semiautomática.

Esa versión choca con las fotos tomadas en el momento por la Policía Técnica: allí se ve que las armas que se encontraron junto a los cadáveres de las tres muchachas eran revólveres.

Además, en su contestación al recurso de apelación interpuesto por la Defensa de Rebollo, el fiscal transcribe en forma íntegra un documento del Ejército donde se lista todo lo que fue incautado en el apartamento donde vivían las tres jóvenes tupamaras. Había dos revólveres, pero no había ni ametralladoras ni granadas.

El documento consigna que se incautaron:

2 prensas de plastificación de documentos.

1 máquina de escribir SINGER.

1 Guillotina de cortar papel MIGNON.

Formulario para confección de Licencia de conductor y falsificación de Cedulas de Identidad.

Tarjeta para falsificación de documentos.

Hojas de polietileno para plastificación de documentos.

1 paquete de documentos falsos.

1 Revolver TAURUS calibre 38 largo.

1 Revolver COLT calibre 38 largo de 2 pulgadas.”

En cuanto al policía, las propias actuaciones de la justicia militar determinaron que lo mató un alférez que formaba parte del operativo al dispararle por haberlo confundido con Barrios.

Perciballe escribe: “Lo que no cabe lugar a dudas, es que tanto las jóvenes, como el Oficial del Ejército Gutiérrez y aún el Policía Dorbal Marquez fueron ultimados por el Ejército Nacional. Circunstancia no menor por cuanto nos da la pauta de lo temerario e irracional del procedimiento”.

Agrega: “La Defensa pregunta ¿por qué no se imputó a Rebollo de la muerte de Gutiérrez? Y en eso tiene razón, por cuanto Rebollo es tan responsable de las muertes de las jóvenes como de la de Gutiérrez. Y aún, si se quiere ser coherente de la del agente de Policía Márquez. Habida cuenta que él en su condición de jefe (junto al teniente coronel Scala) fue quien orquestó el operativo y a la sazón dio las ordenes en el desarrollo del mismo”.